Magia y Tecnología

ROBOTS QUIRÚRGICOS.

NUEVOS COMPAÑEROS DE QUIRÓFANO

En los últimos años los cirujanos cuentan con nuevos compañeros de viaje que James Cameron nunca pudo imaginar para su Terminator: los robots quirúrgicos. Seguramente el más conocido de todos sea el Da Vinci, y no por su nombre humanista, sino por tratarse del instrumento quirúrgico más sofisticado que existe. Siempre a las órdenes del cirujano, aumenta la capacidad del equipo humano para operar con precisión y destreza. Reduce el temblor y proporciona una visión tridimensional de la anatomía del paciente.

“El cirujano realiza la intervención en la consola y el robot se limita a trasladar sus movimientos al paciente. El robot no se mueve si no hay cirujano al mando”, apunta la Dra. Elena Ortiz, especialista del Servicio de Cirugía General y Digestivo del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Cirugía Laparoscópica y Robótica (SECLA).

Junto al paciente se colocan la torre de visión formada por controladores, vídeo, audio y procesadores de imagen y el carro quirúrgico que consta de tres o cuatro brazos robóticos interactivos que se controlan desde la consola, y en el extremo de los cuales se acoplan las herramientas que se necesitan para operar: bisturís, tijeras, unipolar…

El sistema robótico ha tenido un impacto positivo en la vida de las mujeres en intervenciones de histerectomía vaginal o en hombres, en el campo de la urología para realizar prostatectomía. También se utiliza en cirugías de cáncer colorrectal, esofágicas, bariátricas, cardiotorácicas, torácicas o pediátricas.

El Hospital Universitario Quirónsalud Madrid es todo un referente en su uso, como demuestra el hecho de que este año han superado ya las 100 cirugías de extracción de tumores de pulmón utilizando este robot quirúrgico. "Nos permite llevar a cabo intervenciones complejas de cirugía torácica a través de microincisiones, con mayor seguridad y precisión gracias a la visión tridimensional y en alta definición que ofrece el robot y al mayor rango de movilidad de sus instrumentos, incluso superior al de la mano humana", resalta el Dr. Javier Moradiellos, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del citado hospital madrileño.

EXTIRPACIÓN DE TUMORES TORÁCICOS CON

EL ROBOT QUIRÚRGICO DA VINCI

Además, ahora también se está utilizando en cirugía maxilofacial y otorrinolaringología. Gracias a Da Vinci se están extirpando cánceres de orofaringe sin necesidad de abrir la mandíbula. Antes de la robótica, había que abrir y cortar la mandíbula para extirpar un tumor. La última generación de Da Vinci que se ha instalado en el Hospital Ruber Internacional, es capaz de acceder a la orofaringe a través de la cavidad oral y realizar una cirugía mínimamente invasiva. "Estamos cambiando un tipo de cirugía transmandibular más agresiva en la que abres la mandíbula y tienes que causar mucho daño en partes sanas para llegar a la lesión, por una cirugía que te lleva directamente a la zona de la lesión", apunta el Dr. Raimundo Gutiérrez Fonseca, miembro del equipo de ORL de este hospital. Este nuevo ayudante también está siendo pionero en el tratamiento del síndrome de la Apnea del Sueño (SAOS). Se estima que la padecen el 24% de los hombres y el 9% de las mujeres lo padecen.

La cirugía robótica transoral ha permitido llegar hasta la base de la lengua que es la estructura implicada en la obstrucción de la vía aérea. Gracias a este sistema se están consiguiendo alcanzar tasas de resultados positivos hasta en el 80% de los casos gracias a una cirugía mínimamente invasiva que utiliza los orificios naturales. Esto se conoce como cirugía NOTES.

El Dr. Antonio de Lacy, director del Instituto Quirúrgico Lacy, dentro del Hospital Quirónsalud Barcelona, lleva aplicando esta técnica desde 2011. Aunque en un principio comenzaron con las intervenciones de cáncer de colon a través de la vagina, se encontraron un problema, y es que solo podían intervenir al 50% de la población. “Lo que hicimos fue focalizarnos en la cirugía colorrectal a través del ano. El ano lo tiene el 100% de la población. En Barcelona se hizo por primera vez en el mundo la cirugía en el recto a través del ano. El 14 de noviembre de este año se cumplen 10 años de la primera intervención de esta patología a través de los orificios naturales, por lo que nos sentimos contentos y orgullosos”.

PÍLDORA BIODEGRADABLE PARA REEMPLAZAR A LAS INYECCIONES.

VIRUS ENTRENADOS PARA ACABAR CON LAS INFECCIONES BACTERIANAS.

CHIP QUE PERMITE ESTUDIAR INFECCIONES BACTERIANAS CRÓNICAS

El dispositivo, fácil de usar y de bajo coste, abre la posibilidad de hallar nuevos fármacos contra los biofilms.

Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña han diseñado un nuevo dispositivo para estudiar la formación de biofilms bacterianos y evaluar su susceptibilidad a los antibióticos.

«Las infecciones causadas por bacterias que crecen en forma de biofilms resultan mucho más difíciles de erradicar. Los microorganismos proliferan embebidos en una matriz extracelular que los protege ante la acción de los fármacos y el sistema inmunitario», explica a Investigación y Ciencia, Eduard Torrents, líder del estudio, publicado por la revista npj Biofilms and Microbiomes, en el que también han participado científicos de otros centros de investigación españoles.

«Por ello, la dosis de antibiótico necesaria para combatir las biopelículas puede llegar a ser 1000 veces superior a la administrada en una infección aguda, ocasionada por bacterias libres», prosigue el investigador.

Hasta la fecha, no existe ningún tratamiento específico contra estos ecosistemas microbianos formados por una o más especies de bacterias.

Asimismo, la comunidad científica tampoco dispone de sistemas que reproduzcan de forma fiel la formación de los biofilms y permitan hallar una estrategia terapéutica. «Los modelos actuales son estáticos. Es decir, el aporte de nutrientes al tapete bacteriano es limitado, algo que no ocurre en el organismo humano. Los métodos dinámicos resuelven esta limitación, pero requieren de una gran infraestructura, reactivos y personal cualificado, hecho que dispara su coste y dificulta su uso rutinario en el laboratorio de un hospital», cuenta Torrents. «Sin embargo, nuestro dispositivo, al que hemos llamado BiofilmChip, es barato y fácil de utilizar».

Detalle del sistema BiofilmChip. [Blanco- Cabra et al. /Instituto de Bioingeniería de Cataluña]

Los investigadores Eduard Torrents y Núria Blanco Cabra, co-autora del trabajo, sostienen el BiofilmChip en el laboratorio. [Instituto de Bioingeniería de Cataluña]

Pruebas y más pruebas

Antes de dar con el diseño óptimo y definitivo del BiofilmChip, los investigadores construyeron varios prototipos de distintos tamaños y características. «Estos chips son sistemas microfluídicos, donde las biopelículas crecen en cámaras de tamaño reducido, bañadas por cantidades muy pequeñas de fluidos. Pero, a pesar de requerir poco espacio y reactivos, los dispositivos son muy sensibles a variaciones de flujo», señala Torrents. Tras múltiples pruebas, el equipo concluyó que el chip debía tener una cámara rectangular, de dos milímetros de ancho y diez de largo, con una altura de 150 micrómetros para asegurar la formación correcta y uniforme de los biofilms. «Además, le añadimos una pre-cámara de dos milímetros de diámetro para minimizar las perturbaciones ocasionadas por las manipulaciones manuales, como la inoculación o el análisis de la muestra».


El siguiente paso fue evaluar la utilidad del dispositivo en muestras de pacientes. Para ello, los investigadores recogieron esputos de personas afectadas por fibrosis quística, una enfermedad pulmonar caracterizada por la acumulación de moco en los pulmones y otros tejidos. Dicha acumulación ocasiona infecciones pulmonares crónicas, normalmente en forma de biofilm. «La gran ventaja del chip respecto a los métodos de cultivo en placas de Petri, que se realizan de rutina en los hospitales, es que reproducen el desarrollo de la biopelícula, así como la interacción entre las distintas especies que la conforman. En cambio, durante el crecimiento convencional en placas, algunos de estos microorganismos pueden perderse, por lo que el modelo que obtenemos es incompleto y dificulta investigar nuevos tratamientos», comenta Torrents.

Y es que el objetivo final del equipo es poder usar el dispositivo para estudiar de forma personalizada las infecciones por biofilms y hallar la mejor estrategia terapéutica para cada paciente.

Marta Pulido Salgado


Referencia: «A new BiofilmChip device for testing biofilm formation and antibiotic susceptibility», de N. Blanco-Cabra et al., en npj Biofilms and Microbiomes. 7: 62, publicado el 3 de agosto de 2021.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL UTILIZADA DURANTE LA CIRUGÍA QUE ACELERA EL DIAGNÓSTICO DE TUMORES CEREBRALES

Publicado en Nature Medicine

Para los pacientes con tumores cerebrales, el primer paso del tratamiento suele ser una cirugía para eliminar la mayor cantidad posible de masa tumoral. Las muestras tumorales que se obtienen y analizan durante la cirugía sirven para diagnosticar con precisión el tumor y definir los márgenes entre el tumor y el tejido cerebral sano.

No obstante, este análisis patológico durante la cirugía (biopsia por congelación intraoperatoria) y un anatomopatólogo debe preparar y analizar la muestra mientras el cirujano y el paciente esperan los resultados. Ahora, en un nuevo estudio se indica que mediante el uso combinado de inteligencia artificial y una técnica avanzada de obtención de imágenes es posible diagnosticar con precisión los tumores cerebrales en menos de 3 minutos durante la cirugía. Con este método también se diferenció con exactitud el tejido tumoral del tejido sano. Éste estudio abre las puertas para "ofrecer acceso sin precedentes al diagnóstico intraoperatorio de tejido mientras el paciente está en la mesa de operaciones.

La aplicación de la imaginología y la tecnología de inteligencia artificial

Para mejorar el análisis histopatológico intraoperatorio que se usa en la actualidad, un equipo de investigación dirigido por los doctores Orringer y Todd Hollon (jefe de residentes de neurocirugía en la Universidad de Michigan) quiso probar si era posible combinar las imágenes obtenidas mediante estudio histológico por estimulación Raman (SRH) con el poder predictivo de la inteligencia artificial.

La técnica de SRH, un tipo especializado de microscopía, se usa para visualizar muestras de tejido recién obtenidas en la sala de operaciones e incluso producir el mismo tipo de tinción que los patólogos aplican a las muestras de tejido congeladas para analizar la estructura celular. En la Universidad de Michigan, hay equipos de cirugía que ya usan un sistema de SRH para algunos procedimientos de tumores cerebrales y de cánceres de cabeza y cuello.

Para la inteligencia artificial se emplean computadoras potentes para desempeñar tareas que en general se asocian con la inteligencia humana. Un tipo de inteligencia artificial que se conoce como aprendizaje profundo usa algoritmos matemáticos complejos, que a veces se llaman redes de giros neuronales, para extraer características de los datos y aprender de estas.

Esta autocapacitación hace que el algoritmo identifique patrones y analice imágenes. En medicina, por ejemplo, se estudian estos algoritmos para determinar si sirven para evaluar mamografías, detectar tejido precanceroso en el cuello uterino o detectar lunares cancerosos con mayor precisión.

A fin de combinar la potencia de la técnica del SRH con la inteligencia artificial, los investigadores comenzaron por alimentar un algoritmo con imágenes del tejido de un tumor cerebral producidas con SRH.

Para esta capacitación se usaron más de 2,5 millones de imágenes de tejido tumoral de 415 pacientes. Las imágenes incluyeron tres clasificaciones de tejido no tumoral, incluso de sustancia gris o blanca sana, y 10 de los tipos más comunes de tumores cerebrales, que representan más de 90 % de todos los diagnósticos de tumores cerebrales en los Estados Unidos.

"Al principio, fue un gran reto decidir el tamaño y la resolución ideales de las imágenes para capacitar al algoritmo", comentó el doctor Hollon. Una vez que determinamos los parámetros ideales, el algoritmo aprendió a clasificar las muestras de tejido en: tumor confirmado, tejido no tumoral o tumor sin diagnóstico (es decir, que el análisis mediante inteligencia artificial no fue posible).


Pruebas en un estudio clínico

A fin de explorar el valor clínico de la tecnología combinada de SRH e inteligencia artificial para el diagnóstico de tumores cerebrales, los investigadores inscribieron a cerca de 280 pacientes en un estudio clínico; todos los participantes autorizaron a que los cirujanos recolectasen más tejido tumoral del que hubiesen obtenido en forma usual, pero de tal forma que no aumentara el riesgo.

Las muestras de tejido se dividieron en dos y se analizaron con la nueva técnica (imágenes creadas con SRH y clasificadas por el algoritmo) en la sala de operaciones y, además, se hizo un análisis histopatológico convencional (preparación, tinción y análisis de tejidos por un patólogo) para ver si la nueva tecnología era tan precisa como la tecnología convencional.

Se comprobó que así fue. El algoritmo determinó en forma correcta el diagnóstico de los tumores cerebrales 94,6 % de las veces, mientras que los análisis convencionales de patología tuvieron un índice general de precisión de 93,9 %.

En los casos en los que el algoritmo clasificó de forma incorrecta las muestras de tejido, un patólogo determinó el diagnóstico correcto. En los casos en que los patólogos clasificaron la muestra en forma incorrecta, el algoritmo determinó el diagnóstico correcto.

Los investigadores señalaron que la capacidad de la técnica de inteligencia artificial y la de los patólogos mediante comprobación mutua destaca la necesidad de que los patólogos trabajen con la técnica de inteligencia artificial. Esta labor conjunta facilitaría la interpretación de los casos difíciles y garantizaría la mayor precisión diagnóstica posible.

Mejora de la precisión quirúrgica

Es posible determinar el grado en que se logró eliminar el tumor durante la cirugía y, también mediante una resonancia magnética (IRM) posoperatoria que muestre cuán completa fue la extirpación. Al eliminar la mayor cantidad posible de tejido tumoral durante la cirugía se mejora la supervivencia de los pacientes. Sin embargo, si se extirpa demasiado tejido cerebral sano durante la cirugía, se producen consecuencias graves y dañinas para los pacientes, como deterioro en la motricidad, pérdida de memoria o problemas de la vista.

Para evaluar este aspecto, los investigadores analizaron también la capacidad de la nueva técnica para distinguir entre el tejido cerebral tumoral y el tejido sano mientras el paciente seguía en cirugía.

Debido a que las células tumorales a veces se infiltran al tejido sano, es difícil identificar a simple vista el límite entre el tejido tumoral y el tejido sano durante la cirugía. La técnica de inteligencia artificial divide la imagen de cada muestra en sectores más pequeños y esto permite a los cirujanos identificar con rapidez y claridad las áreas con tejido tumoral o tejido sano. Además, debido a que "el pronóstico de los pacientes depende del alcance de la resección", aclaró el doctor Zaghloul, si contamos con información más precisa sobre el margen entre el cerebro y el tumor "podríamos obtener mejores resultados de tratamiento para los pacientes y menos complicaciones por la cirugía porque se conserva más tejido sano.


El futuro de la inteligencia artificial en los tumores cerebrales

Antes de que el uso de esta nueva técnica se extienda a otros centros e instituciones, "se necesita probar la técnica de forma fiable con más pacientes y ampliar su uso para incluir los tumores cerebrales poco comunes", concluyó el doctor Zaghloul.

En la actualidad, la imaginología por SRH se usa en varios centros oncológicos importantes de los Estados Unidos. El doctor Orringer explicó que tanto la inteligencia artificial como la imaginología por SRH son técnicas emergentes, o sea que habrá desafíos para integrarlas a la atención médica, como problemas financieros o reglamentarios, y de capacitación del personal clínico.

No obstante, el doctor Orringer espera que el uso de la técnica combinada de SRH e inteligencia artificial se amplíe en el futuro a otros sitios, como los centros con pocos recursos para análisis patológicos, y se aplique a otros tipos de cáncer.

CIRUGÍA GUIADA POR LOS MODELOS FÍSICOS E INDIVIDUALIZADOS EN 3D

MICROROBOT:

SISTEMA ROBÓTICO LIBERTY.

DISMINUYE LA EXPOSICIÓN A LOS RAYOS EN HEMODINAMIA.

ROBOTS BIOINSPIRADOS QUE APRENDEN DE LAS LIBÉLULAS

Una nueva tecnología robótica «copia» el mecanismo bucal de captura de presas utilizado por las larvas de libélula. Facilitará el desarrollo de nuevos robots con movimientos más ágiles, precisos y dinámicos.

La asombrosa habilidad de las larvas de libélula para atrapar presas en fracciones de segundo mediante un sistema de catapulta ha inspirado el desarrollo de nuevos robots, que demuestran excelentes niveles de precisión, eficiencia y dinamismo. La innovación es el resultado de un reciente estudio de científicos de la Universidad de Kiel, en Alemania, y podría abrir un nuevo camino en el campo de la robótica bioinspirada.

Los investigadores creían desde hace décadas que la presión hidráulica era la causa principal del mecanismo de catapulta que permite a las libélulas cazar a sus presas en un abrir y cerrar de ojos, mediante piezas bucales que se impulsan súbitamente hacia adelante. Ahora, los científicos alemanes han descifrado por completo el principio funcional biomecánico que sustenta a esta acción, y que ha permitido desarrollar nuevos robots bioinspirados.

Según una nota de prensa, los estudios efectuados en el marco de una investigación publicada en la revista Science Robotics permiten concluir que el eje del mecanismo empleado por las libélulas es una reserva energética extra acumulada en sus músculos, que les permite accionar el sistema de catapulta con una potencia superior a la que podrían obtener en condiciones normales.

El mecanismo que posee el insecto le permite gestionar una catapulta doble, a través de una estructura elástica interna ubicada en su cabeza y que es sostenida por un músculo, a modo de un resorte bajo tensión. Allí se acumula la energía complementaria indicada previamente.

Los científicos de la Universidad de Kiel han adaptado los principios funcionales biomecánicos de la máscara labial de las libélulas para aplicarlo a la robótica. Crédito: Alexander Köhnsen, Universidad de Kiel.

Naturaleza que inspira

Los especialistas alemanes indicaron que este tipo de sistemas se encuentra muy extendido en el reino animal, pudiendo hallarse en variadas especies como los saltamontes, las cigarras o los camarones mantis. Sin embargo, la característica particular que muestran las larvas de libélula es la presencia de un sistema sincronizado de catapulta dual, que nunca antes se había identificado en la naturaleza.

El sistema de control de dos catapultas de forma independiente ha inspirado a los científicos para crear nuevos robots particularmente ágiles y eficientes. El mecanismo robótico bioinspirado facilita un mejor control de determinados procesos como el salto, donde los sistemas de control y estabilización deben ser pequeños y livianos. Las condiciones creadas mejoran el rendimiento y la eficiencia de este tipo de robots.

Los científicos probaron su hipótesis mediante la fabricación de un robot utilizando impresión 3D. El robot bioinspirado logra la eficiencia buscada, mediante una estructura especial que, además de su valor funcional, ha proporcionado a los investigadores una visión más detallada del principio biológico operativo que llevan adelante las larvas de libélula.


Un futuro sin límites

Los robots bioinspirados prometen revolucionar el campo tecnológico, y ya se están aplicando en muchos sectores de la industria. De esta forma, la combinación entre los conocimientos biológicos requeridos para identificar los mecanismos naturales y la experiencia técnica de los expertos en robótica, permite pensar que estos diseños serán algo cotidiano en las próximas décadas.

Hacia el futuro, los especialistas creen que la comprensión de la biomecánica del sistema de catapulta dual se podrá utilizar para controlar la dirección y el empuje de nuevos sistemas robóticos de mayor dinamismo y precisión de movimientos, con un amplio rango de aplicaciones en todo tipo de actividades industriales y tecnológicas. ¿Tendrán límites los robots bioinspirados y las tecnologías basadas en los sistemas biológicos?


Referencia: A controllable dual-catapult system inspired by the biomechanics of the dragonfly larvae’s predatory strike. Büsse, S., Koehnsen A., Rajabi H., Gorb S.N. Science Robotics (2021).DOI:https://doi.org/10.1126/scirobotics.abc8170

Video: Universidad de Kiel.

ROBOT QUIRÚRGICO EN MINIATURA INSPIRADO EN PELÍCULAS TIENE COMO OBJETIVO REVOLUCIONAR LA CIRUGÍA ABDOMINAL

Adam Sachs, cofundador y director ejecutivo de Vicarious Surgical, en su infancia vio la película de ciencia ficción de 1966 Fantastic Voyage y se enamoró de la premisa de los cirujanos microscópicos que realizaban una cirugía dentro del cerebro de un científico. “Los humanos son del tamaño incorrecto para operar con humanos”, dice. “No vamos a encoger a los humanos, pero podemos crear avatares de ellos. Podemos crear pequeñas versiones robóticas en miniatura". Eso es exactamente lo que él y sus cofundadores de Vicarious Surgical, Sammy Khalifa, director de tecnología de la empresa, y el Dr. Barry Greene, su director médico, han estado haciendo durante la última década. Han desarrollado un pequeño robot emparejado con un visor de realidad virtual para cirugías abdominales que esperan lanzar al mercado en 2023. Sus dos brazos y su cámara están diseñados para entrar en el abdomen del paciente a través de una incisión de menos de una pulgada y operar en todo direcciones una vez allí. Reducir un robot quirúrgico es excepcionalmente difícil, pero al hacerlo, el trío Vicarious espera ayudar a los médicos a realizar cirugías abdominales, comenzando con operaciones de hernia, más rápido, más seguro y con menos complicaciones que las alternativas existentes.

No es exactamente el material de ciencia ficción de la película, en la que se inyectan médicos en el torrente sanguíneo del paciente, pero es lo suficientemente futurista como para que Vicarious haya atraído a inversores de primera, incluidos Bill Gates, Vinod Khosla, Eric Schmidt y Jerry Yang. También ha recibido una designación revolucionaria de la FDA, la primera para un robot quirúrgico, lo que lo hace elegible para una revisión prioritaria.

“Poner el codo dentro de la cavidad del cuerpo y poder estirar la mano hacia atrás y trabajar hacia la pared abdominal es algo muy importante”, dice Paul Hermes, quien dirigió el programa de robótica de Medtronic y ahora es asesor de Vicarious. "Deberíamos esperar que la cirugía robótica mejore".

La compañía está lista para salir a bolsa a través de una fusión con un SPAC creado por el inversor de Hong Kong Donald Tang. El acuerdo de $ 1.1 mil millones recaudará $ 115 millones y traerá al gigante de la tecnología médica Becton Dickinson, que fabrica la malla quirúrgica utilizada en las reparaciones de hernias, como inversionista. Prevé alcanzar los mil millones de dólares en ingresos anuales para 2027.

“Vamos tras los mercados donde los robots quirúrgicos existentes han tenido problemas”, dice Sachs, de 30 años. “Hay muchos imitadores que apuntan al titular. Tienen los mismos desafíos... Nuestra arquitectura es totalmente diferente ".

El gigante de la cirugía robótica tiene un valor de 115.000 millones de dólares (capitalización de mercado) Intuitive Surgical, que introdujo el da Vinci, un gran robot de cuatro brazos que sostiene instrumentos en forma de palos, hace dos décadas y ha dominado el espacio desde entonces. A medida que caducan las patentes de Intuitive y avanza la tecnología robótica, competidores como J&J y Medtronic, que han adquirido nuevas empresas de robots quirúrgicos, están compitiendo para hacer que la cirugía robótica sea tan común como la laparoscopica. El precio esperado del robot Vicarious de alrededor de $ 1.2 millones, aproximadamente la mitad del de los robots de línea superior existentes, podría ser un factor a su favor, al igual que la facilidad con la que los cirujanos pueden aprender a usarlo.

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La propia educación de Sachs con el diseño de máquinas comenzó en su casa en los suburbios de Boston. Su padre, Ely Sachs, es un profesor de ingeniería mecánica del MIT, considerado el mayor estadista de la impresión 3D; su madre es arquitecta. Conoció a Khalifa, de 31 años, durante su primer año en el MIT, donde ambos estudiaron ingeniería. Rápidamente se hicieron amigos y pasaban su tiempo libre en el taller de maquinaria de la escuela fabricando actuadores, los componentes mecánicos que alimentan las articulaciones de un robot. “Los probábamos, descubríamos que no funcionaban y lo hacíamos una y otra vez”, dice Sachs.

Mientras Sachs y Khalifa aún estaban en la universidad, comenzaron a trabajar con Greene, un cirujano bariátrico y amigo de la familia de Sachs, en un dispositivo médico que se convirtió en el robot. En 2014, después de un breve período en Apple, Sachs lanzó oficialmente Vicarious con $ 400,000 en fondos iniciales liderados por Michael Rothenberg (el VC luego acusado de fraude por el Departamento de Justicia en un caso no relacionado). En 2015, Khalifa dejó su trabajo para unirse.

La parte más difícil a lo largo de los años, dice Sachs, fue descubrir los actuadores. Hacerlos lo suficientemente pequeños para incluir nueve de ellos, tres veces lo que es típico para los robots quirúrgicos, fue difícil. También lo fue desacoplarlos para que cada articulación pudiera moverse por separado, ayudado por 28 sensores por brazo.

El profesor de robótica de Carnegie Mellon, Howie Choset, compara el desafío técnico con meter demasiadas cosas en una pieza de equipaje y luego intentar que esas cosas hagan algo. Peor aún, dice, cuanto más pequeños son los actuadores, más débiles se vuelven. “Desea obtener la mayor cantidad de activación posible en un paquete tan pequeño como sea posible, pero ya está luchando por empacar tanto como sea posible”, dice. "Es asombroso que [Sachs] haya hecho que esto funcione".

La reparación de hernias, el primer mercado al que se dirige Vicarious, es enorme, con más de 2 millones de procedimientos al año en los EE. UU.


Las hernias ventrales, comunes a lo largo de la línea media de la pared abdominal, representan 500,000 procedimientos y son muy complejas. La reparación estándar implica la colocación de una malla en la pared abdominal, pero produce recurrencia en aproximadamente el 20% de las veces, lo que a menudo requiere una reparación más extensa. Una técnica avanzada que consiste en colocar la malla contra el músculo recto del abdomen reduce la recurrencia, pero es difícil y puede llevar hasta cuatro horas con los robots actuales.

Cuando Vicarious recibió la designación de avance de la FDA, podía realizar esta cirugía en un cadáver en aproximadamente la mitad del tiempo, dice Sachs, y desde entonces lo ha reducido a menos de una hora. En un video de demostración de la reparación de una hernia ventral, los brazos del robot Vicario empujan la malla hacia la cavidad abdominal y luego la cosen rápidamente. La cirugía más corta es menos riesgosa para los pacientes y más rentable para los hospitales.

Las ambiciones de Vicarious se extienden a otras cirugías abdominales, incluidos los procedimientos de vesícula biliar, para un mercado potencial total de 39 millones de cirugías (solo el 3% de estas se realizan con robots). Es por eso que Sachs, cuya participación en Vicarious tiene un valor de 112 millones de dólares, calcula que necesita solo una fracción del mercado para crear una gran empresa.

"El campo ha estado bastante estancado durante mucho tiempo, y existe una sabiduría aceptada que no es cierta", dice Tang, el inversor de SPAC. "Necesitas poner esto en manos de la gente para demostrar que es posible y que no es una quimera".

NANOMÁQUINAS, EL FUTURO DE LA MEDICINA

Tres avances médicos indispensables:

  • Nanomáquinas

  • Fármacos inteligentes

  • Músculos artificiales


Motores moleculares, músculos artificiales y fármacos inteligentes son algunas de las contribuciones a la medicina del ganador del Premio Nobel de Química, Ben Feringa.

El holandés Ben Feringa, de la Universidad de Groninga (Países Bajo, pasará a la historia como uno de los creadores de dos nanomáquinas mil veces más pequeñas que un pelo humano. La primera de ellas es un coche con tracción a las cuatro ruedas, la segunda, un motor molecular equipado con una hélice que se pone en marcha gracias a la luz.

Además, Feringa y sus colegas están incorporando interruptores en los antibióticos para poder encenderlos únicamente ante una infección y desactivarlos cuando ya no sean necesarios para no fomentar la resistencia al antibiótico. Esto seria particularmente efectivo en el caso de los fármacos antitumorales que solo se activarán ante un tumor pero no afectarán a órganos y tejidos sanos. No obstante, Faringa ha confesado que estos fármacos inteligentes estarán disponibles dentro de diez años, aproximadamente, en los hospitales.

También está desarrollando materiales inteligentes que puedan contraerse y expandirse, moverse o doblarse para ser empleados como músculos artificiales.

En una entrevista concedida al diario El País, Feringer cree que, quizás, dentro de 30 o 40 años, los médicos inyectarán nanorobots en la sangre para localizar células tumorales, reparar algún desajuste o transportar medicamentos.

NANOBOTS: SITUACIÓN ACTUAL Y EL PORQUÉ DE SU IMPRESIONANTE POTENCIAL

La tecnología a escala nanométrica surgió hace 50 años creando una nueva dimensión llamada a revolucionar el mundo que conocemos, ya que permite manipular la estructura molecular de los materiales para cambiar sus propiedades intrínsecas y obtener otros con aplicaciones revolucionarias. Esta disciplina, que floreció entre los años 60 y 80, abre un inmenso universo de posibilidades para la ciencia y la industria contemporáneas y presenta un mercado global en auge cuyo valor superará los 125.000 millones de dólares el próximo lustro, según el informe Global Nanotechnology Market.

También se ha convertido en la gran esperanza de la medicina para tratar enfermedades a partir de partículas invisibles que combaten las células cancerígenas, pero también cuenta con todos los ingredientes para liderar una nueva revolución desde el punto de vista industrial gracias al desarrollo de microprocesadores ultrarrápidos que consumen menos energía, baterías 10 veces más duraderas o placas solares que rinden el doble.

Tal y como señala en el presente artículo Peter Diamandis, fundador ejecutivo y director de Singularity University, esta tecnología “tiene capacidad para resolver algunos de los mayores problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad”.


El poder de la ciencia invisible

Con este artículo pretendo hacer una actualización sobre una de las herramientas más poderosas que jamás creará la humanidad: la nanotecnología.

Máquina que puede construir y manipular objetos a nivel atómico, es decir, un robot capaz de poner y quitar átomos de la misma manera que un niño juega con un Lego, siendo capaz de utilizar bloques de átomos de la tabla periódica.

Mi intención es ofrecer una imagen a vista de pájaro de lo que se está haciendo en el mundo, y de las aplicaciones potenciales que tendrá en sectores como el de salud, energía, medioambiente, ciencia de los materiales, almacenamiento y proceso de datos, etc.

Si bien hasta ahora la Inteligencia Artificial es la que ha traído los titulares, creo que en el futuro próximo vamos a descubrir los increíbles adelantos que se están produciendo en el ámbito de la nanotecnología.


Orígenes de la nanotecnología

La mayoría de los historiadores acreditan el origen del concepto al físico Richard Feynman en su famosa conferencia: “Hay mucho sitio al fondo”.

En este discurso Feynman se imaginaba un mundo donde las máquinas serían miniaturizadas y donde ingentes cantidades de información podrían ser codificadas en espacios minúsculos; todo esto, que facilitaría el camino para desarrollos tecnológicos disruptivos, fue descrito por Eric Drexler de una forma mucho más precisa en su libro: Engines of Creation: The Coming Era of Nanotechnology, publicado en 1986. Drexler incluso planteó la posibilidad de nano máquinas auto replicantes y capaces de construir otras máquinas. Y dado que estas máquinas son programables podrían ser dirigidas para construir no solo más de sí mismas, sino todo lo que se pudiera desear.

Puesto que, además estos procesos de construcción ocurren a escala atómica, los nanobots podrían deshacer cualquier tipo de material (tierra, agua, aire…) átomo a átomo y construir prácticamente cualquier cosa. Drexler dibujaba un mundo donde toda la librería del congreso de los Estados Unidos cupiese en un chip del tamaño de un azucarillo y donde limpiadores medioambientales eliminasen la polución del aire.


¿Qué significa realmente la nanotecnología?

La nanotecnología es la ciencia, ingeniería o tecnología que se realiza a nanoescala, entre 1 y cien nanómetros. En esencia, es el control y manipulación de materiales a nivel atómico y molecular. Para que tengamos una perspectiva, podríamos visualizar un nanómetro de la siguiente manera:

  • La relación que hay entre el radio de la tierra y una canica es aproximadamente la relación que hay entre un metro y un nanómetro.

  • Es la millonésima parte de la pata de una hormiga

  • Un folio tiene un espesor de 100.000 nanómetros

  • Un glóbulo rojo sanguíneo tiene un diámetro de entre 7 y 8.000 nanómetros

Aun habiendo gente que dice que los nanorobots son ciencia ficción, hemos de ser conscientes de que cada uno de nosotros está vivo gracias a incontables nanobots que operan en los trillones de células que componen nuestros organismos.

Les damos nombres biológicos como ribosoma, pero esencialmente son máquinas programadas con una función del tipo de: “leer el ARN y crear una proteína específica”.

Habiendo dejado esto claro, es importante distinguir entre nanotecnología húmeda y biológica. Esta última usa esencialmente al ADN y “maquinaria” de nuestro organismo para crear estructuras únicas formadas a partir de proteínas, mientras que la nanotecnología de Drexler implica construir un “ensamblador”, un aparato similar a una impresora 3D capaz de imprimir átomos a nanoescala y crear de forma efectiva estructuras termodinámicamente estables.

La era que vivimos me apasiona y fascina, sobre todo por el increíble futuro que nos promete.


Tipos y aplicaciones de nanorobots


  • El motor más pequeño jamás creado: “Un grupo de físicos de la Universidad de Mainz ha construido recientemente el motor más pequeño jamás creado a partir de un único átomo. Como cualquier otro motor, convierte la energía del calor en movimiento, pero lo hace a una escala nunca vista. El átomo se encuentra atrapado en un cono de energía electromagnética y se utilizan láseres para calentarlo y enfriarlo, lo que hace que el átomo se mueva hacia adelante y atrás como el pistón de una máquina”.

  • Nano máquinas de ADN con movimiento en 3D: “Ingenieros mecánicos de la Universidad de Ohio han diseñado y construido a nanoescala complejas partes mecánicas utilizando partes de ‘ADN Origami’, demostrando así que los principios básicos del diseño que se aplican a las piezas de las máquinas de tamaño real pueden ser aplicados al ADN, y son capaces de producir componentes complejos y controlables de futuros nanorobots".

  • Nanonadadores: “ETH Zurich e investigadores de Technion han desarrollado un nano cable elástico de 15 µm de largo y 200 nanómetros de espesor capaz de moverse a través de entornos de líquidos biológicos a casi 15 µm/s. A estos nanonadadores se les puede conferir funciones de manera que, controlados magnéticamente para nadar a través de la corriente sanguínea, sean capaces de alcanzar células cancerígenas llevando medicamentos".

  • Especie de nano-hormiga con motor capaz de desarrollar una fuerza 100 veces superior a su peso: “Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado un micro motor capaz de generar una fuerza por unidad de peso 100 veces superior a la de cualquier motor o músculo. Estos nuevos nano-motores podrían dar lugar a nanorobots lo suficientemente pequeños como para poder entrar dentro de células vivas y allí luchar contra enfermedades. El profesor Jeremy Baumberg de los laboratorios Cavendish, quien ha dirigido estas investigaciones, denomina a estos aparatos ‘nano-transductores actuadores (ANTs)’, porque como las hormigas, generan tremendas fuerzas en relación a su peso”.

  • Micro robots inspirados en espermatozoides: “Investigadores de la Universidad de Twente, en Holanda, y la Universidad alemana de El Cairo, han desarrollado micro-robots inspirándose en espermatozoides que pueden ser controlados a través de débiles y oscilantes campos magnéticos. Podrán ser utilizados para micro manipulaciones y actuaciones en terapias dirigidas".

  • Robots que obtienen su energía de bacterias: “Los ingenieros de la Universidad de Drexel han desarrollado un método para utilizar campos electrónicos de manera que micro robots alimentados por bacterias puedan detectar obstáculos en su entorno y evitarlos. Podrían ser utilizados para llevar medicamentos, dirigir el crecimiento de células madre o construir micro estructuras”.

  • Nanocohetes: “Varios grupos de investigadores han construido recientemente una versión a nano escala de un cohete dirigido por control remoto y de alta velocidad a través de la combinación de nano partículas con moléculas biológicas… Los investigadores esperan desarrollar pronto un cohete que pueda ser utilizado en cualquier entorno para, por ejemplo, llevar medicamentos a cualquier parte del cuerpo".


Principales aplicaciones para nano y micro máquinas


Las aplicaciones para estos aparatos parecen interminables y estos son, desde mi punto de vista, las más interesantes:

  • Tratamiento del cáncer: permitirán la identificación y destrucción de células cancerígenas de una forma mucho más efectiva y certera.

  • Mecanismos de administración dirigida de fármacos para el control y prevención de las enfermedades.

  • Diagnóstico de imagen: creación de nano partículas que se reúnen en ciertos tejidos para que al escanear el cuerpo con sistemas de resonancia magnética se puedan detectar problemas como la diabetes.

  • Nuevos dispositivos de detección: con casi ilimitadas propiedades de personalización para funciones de detección, la nanorobótica nos va a proporcionar increíbles capacidades en este ámbito que podremos integrar a nuestros sistemas y así monitorizar y medir todo lo que nos rodea.

  • Dispositivos de almacenamiento de información: un bioingeniero y genetista del Instituto Wyss de Harvard ha conseguido almacenar 5,5 petabits de datos (alrededor de 700 terabytes) en un solo gramo de ADN, superando en 1.000 veces el anterior registro de densidad de datos almacenable en ADN.

  • Nuevos sistemas de energía: la nanorobótica podría desempeñar un importante papel en el desarrollo de sistemas de energía renovable más eficientes o hacer que nuestras máquinas actuales fuesen más eficientes energéticamente, de modo que necesitasen menos energía para funcionar al mismo nivel o, con la misma energía, funcionar a nivel superior.

  • Meta materiales súper resistentes: un equipo de Caltech ha desarrollado un nuevo material, hecho a nano escala, con puntales entrecruzados. Como si de una torre Eiffel se tratase, es una de las sustancias más resistente y ligeras jamás creada.

  • Ventanas y paredes inteligentes: dispositivos electrocrómicos que, dependiendo del potencial aplicado, cambian de color. Se busca utilizarlos para ventanas inteligentes de bajo consumo para controlar la temperatura interna de una habitación, limpiarse solas y otras aplicaciones.

  • Microesponjas para limpiar océanos: una esponja, hecha de nanotubos de carbono, capaz de absorber contaminantes (fertilizantes, pesticidas, productos farmacéuticos…) del agua. Este proyecto es tres veces más eficiente que otras iniciativas previas y su estudio se ha publicado en la revista Nanotechnology, de IOP Publishing.

  • Replicadores o "ensambladores moleculares": dispositivos capaces de dirigir las reacciones químicas consiguiendo colocar moléculas reactivas con precisión atómica.

  • Sensores de salud: monitorizarían la química sanguínea notificando parámetros fuera de control, detectando alimentos en mal estado, inflamaciones en el cuerpo y mucho más.

  • Conectar nuestros cerebros a Internet: Ray Kurzweil cree que los nanorobots permitirán conseguir que conectemos nuestro sistema nervioso a la nube para el año 2030.


Como vemos, esto es sólo el comienzo… las oportunidades son casi ilimitadas.


Grandes problemas, grandes oportunidades


La nanotecnología tiene capacidad para resolver algunos de los mayores problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad. Un informe de la National Science Foundation señala que “… la nanotecnología tiene el potencial de mejorar el desempeño humano, conseguir que practiquemos un desarrollo sostenible de materiales, agua, energía y alimentos; puede protegernos frente a bacterias y virus desconocidos e, incluso, ser un argumento para disminuir los conflictos".

Por si esto fuera suficientemente emocionante, los mercados donde puede impactar la nanotecnología son inmensos. Los pronósticos señalan que al final de este año se alcanzarán los 75,8 mil millones de dólares.

Como emprendedores, hay qué prestar atención a estos desarrollos; se van a producir oportunidades extraordinariamente fructíferas que permitirán nuevos modelos de negocio alrededor de estas tecnologías y de su implementación a gran escala.

Nanopartículas atenúan el ataque inmunitario indeseado frente proteínas terapéuticas vitales

Nanopartículas lipídicas debilitan la respuesta inmunitaria en ratones frente proteínas usadas en medicina mediante un mecanismo de vacunación reversa. El correcto funcionamiento del sistema inmunitario es esencial para nuestra supervivencia. Sin su protección frente a microorganismos dañinos, quedaríamos desvalidos ante el mundo y la muerte aparecería en cuestión de días por graves infecciones. Sin embargo, este complejo escudo, refinado a lo largo de millones de años de evolución, es un gran obstáculo para determinados tratamientos médicos en los que se emplean proteínas. Es frecuente que, tras la administración repetida de diversas moléculas proteicas, el sistema inmunitario las termine reconociendo como extrañas y las ataque. En la práctica, esto supone la supresión del efecto terapéutico de dichas proteínas.

En los últimos años, se han multiplicado en el mercado los fármacos basados en proteínas con efectos beneficiosos para diferentes enfermedades, con mínimos efectos adversos. Entre ellos destacan la alfa glucosidasa ácida (GAA), una enzima empleada para el tratamiento de la enfermedad de Pompe. Esta grave dolencia, que provoca una debilidad progresiva de los músculos, está provocada por una acumulación perjudicial de glucógeno en las células debido a mutaciones que provocan un mal funcionamiento de la GAA. Por otro lado, el factor VIII recombinante es esencial para las personas que sufren hemofilia A, una enfermedad provocada por un déficit del factor de coagulación sanguínea VIII que pone en peligro la salud y la vida por graves hemorragias. Aunque estos tratamientos son vitales para los pacientes, una respuesta inmunitaria indeseada frente a dichas proteínas puede terminar por bloquear su efecto beneficioso y provocar potenciales efectos adversos.

De hecho, entre el 89 y el 100 % de los pacientes que sufren la enfermedad de Pompe y reciben la GAA acaban produciendo anticuerpos frente a esta molécula. Para paliar este problema, se utilizan medicamentos inmunosupresores, pero su uso implica un riesgo incrementado de sufrir infecciones graves. En el caso de los afectados por la hemofilia A, un tercio de los que reciben el factor VIII recombinante generan anticuerpos neutralizantes frente a este. Existe un tratamiento dirigido a estos pacientes con anticuerpos, pero es extremadamente caro (más de 700.000 dólares al año por paciente) e ineficaz en algunos individuos.

Ante estos graves problemas médicos provocados por una respuesta inmunitaria que perjudica en lugar de ayudar, investigadores la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos, han desarrollado nuevas nanopartículas con prometedoras propiedades. Sus resultados se han publicado en la revista Scientific Reports. Cuando estas moléculas se administran al mismo tiempo que las respectivas proteínas terapéuticas (GAA y factor VIII recombinante) en ratones, son capaces de inducir tolerancia inmunológica. En otras palabras, estas nanopartículas consiguen que la GAA y el factor VIII pasen de ser proteínas consideradas extrañas por el sistema inmunitario a ser moléculas reconocidas como propias del organismo gracias a un mecanismo de vacunación reversa.

Si en la vacunación normal se administran diminutas cantidades de moléculas o agentes patógenos para que el sistema inmunitario los reconozca como extraños y los ataque de forma rápida y efectiva en posteriores ocasiones, la vacunación reversa busca justo lo contrario: hacer que este sistema de defensa no reaccione o ignore a ciertas proteínas mediante la administración repetidas de moléculas que las hagan más «familiares». En otras palabras, no se intenta suprimir la respuesta inmunitaria frente a una molécula una vez que esta ya se ha producido, sino que se persigue evitar que esta respuesta llegue a producirse por primera vez.

Los científicos ya habían conseguido en investigaciones previas y gracias a la fosfatidilserina (fosfolípido presente en las membranas de las células) transformar a proteínas que provocan respuesta inmunitaria (inmunogénicas) en moléculas que no inducen dicha reacción (tolerogénicas). Sin embargo, este proceso solo ocurría cuando administraban las nanopartículas por vía subcutánea en modelos de ratón. Si estas se daban por vía oral, este efecto no ocurría, probablemente por diferencias en la absorción de las nanopartículas y también por mecanismos distintos de tolerancia inmunitaria a nivel digestivo.

Anticuerpos producidos por la respuesta inmunitaria.

Para solventar este obstáculo, los investigadores diseñaron nuevas nanopartículas lipídicas con características biofísicas y estructurales óptimas para su administración por vía oral que consistían en derivados de la lisofosfatidilserina (Liso-FS). Estas moléculas pueden conseguir que el sistema inmunitario tolere moléculas que, de otra manera, serían reconocidas como extrañas. El objetivo es que la preexposición a ciertas proteínas terapéuticas, como GAA y el factor VIII recombinante, junto a moléculas de Liso-FS consiguiera provocar tolerancia inmunitaria hacia estas proteínas antes del comienzo de la terapia médica.

Al administrar por vía oral las citadas nanopartículas lipídicas en ratones, como terapia de preexposición se observó que el 75 % de los ratones no tenían niveles detectables de anticuerpos frente al factor VIII. Estos buenos resultados se mantenían cuando se utilizaban diferentes formulaciones de factor VIII en cuatro experimentos independientes. También se observaron niveles reducidos de anticuerpos entre los ratones que recibían GAA junto a las nanopartículas, en comparación con aquellos que no las recibían.

Las nanopartículas de Liso-FS y las moléculas que contienen pueden ser reconocidas por células inmunitarias del tracto digestivo que tienen la habilidad para provocar tolerancia frente a ellas. Esto se consigue gracias a la producción de linfocitos T reguladores que ejercen una acción «silenciadora» sobre los linfocitos B, linfocitos T efectores y células plasmáticas.

Esta estrategia de administrar nanopartículas por vía oral para prevenir el ataque inmunitario de proteínas terapéuticas es interesante para la práctica clínica: hace más sencillo y asequible este tratamiento que potencialmente podría mejorar las opciones terapéuticas de pacientes afectados por enfermedades que se tratan con proteínas. Además, la FS es un suplemento dietético seguro que se ha usado ampliamente en el ámbito clínico y las nanopartículas con este componente se pueden diseñar para que puedan encapsular a proteínas muy diferentes.

Quizás este enfoque pudiera ser útil también en individuos que sufren enfermedades autoinmunitarias o alergias, ya que en estas dolencias hay una respuesta inmunitaria perjudicial frente a moléculas que no son dañinas para el cuerpo humano. Otro potencial uso podría ser en terapias génicas, para evitar el ataque inmunitario de vectores y material genético. No obstante, es necesario evaluar la seguridad y eficacia de las nanopartículas con Liso-FS en ensayos clínicos para comprobar su utilidad real para la medicina.

Esther Samper


Referencia: «Rational design of a nanoparticle platform for oral prophylactic immunotherapy to prevent immunogenicity of therapeutic proteins», Nhan Nguyen et al. en Scientific Reports, vol. 11, n.º art. 17853, 8 de septiembre de 2021.

LOS NANOROBOTS YA PUEDEN COMUNICARSE

(Y COORDINARSE) ENTRE ELLOS

Durante años hemos sido capaces de «diseñar y sintetizar máquinas moleculares». De hecho, el Nobel de Química de este año fue otorgado a este tipo de máquinas. El problema es que una nanomáquina sola no puede hacer nada. O casi nada.

Pero, según se acaba de publicar en Nature Communications (y nunca mejor dicho), por primera vez dos nanomáquinas se han coordinado para realizar una tarea. Es un paso diminuto para el hombre, pero un paso enorme para la lucha contra alguna de las enfermedades más peligrosas del mundo.


Nanoconversaciones en la intimidad


"Una nanomáquina por sí sola no puede hacer mucho [...], pero serán capaces de muchas más cosas si son capaces de interactuar", explicaba Josep Miquel Jornet, de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo, para New Scientist. El problema era cómo hacerlo, cómo conseguir diseñar nanomáquinas capaces de coordinarse entre ellas de forma efectiva.

Y la respuesta la ha encontrado un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Politécnica de Valencia inspirándose en la naturaleza. Las nanomáquinas, como las bacterias, se comunican mediante señales químicas.


En este caso, el equipo ha usado un par de máquinas con dos caras: una de ellas está hecha de dióxido de silicio y es la cara que se usa para transportar el principio activo (el tinte); la otra cara está fabricada con oro y ha sido tratada con distintas enzimas para responder a las señales de la otra máquina, es el "centro de control y comunicación" de la nanomáquina.

El experimento ha consistido en usar una molécula de lactosa para comunicarse entre ellas. El 'protocolo de comunicación' tenía varias fases antes de liberar el tinte, de esta forma los investigadores se han asegurado bastante concienzudamente que la comunicación entre máquinas se estaba produciendo.


El futuro tiene escala nanométrica


El equipo de investigadores no esconde sus intenciones: este tipo de aplicaciones nos puede permitir construir enjambres distribuidos y autónomos de nanomáquinas que combatan enfermedades como el cáncer de tú a tú. De hecho, se antojan como una pata esencial de la famosa medicina de precisión en la medida en que puede ayudarnos a controlar los tratamientos a escala nanométrica.

No obstante, aún queda mucho trabajo. Este es el equivalente al famoso "Sr. Watson - venga - quiero verle", la primera frase que se dijo en un teléfono el 7 de marzo de 1876. El siguiente paso es crear redes de máquinas capaces de realizar tareas cada vez más complejas. Pero, sin lugar a dudas, hoy es un día para darle la razón al escritor danés Meik Wiking: "la felicidad está en las cosas pequeñas".

Y QUIEREN MÁS ?...

"XENOBOTS 2.0": CREAN ROBOTS CELULARES VIVIENTES CON LIBRE ALBEDRÍO Y PERSONALIDAD PROPIA

Robots celulares vivientes creados en laboratorio con células vivas y componentes artificiales funcionan como los seres microscópicos, pero tienen libre albedrío, personalidad propia y se comunican como si tuvieran neuronas. Son los Xenobots 2.0

Científicos informáticos de la Universidad de Vermont y biólogos de la Universidad de Tufts han creado en laboratorio la primera generación de seres vivos artificiales, robots celulares vivientes tan sofisticados que tienen identidad propia y libre albedrío.

La proeza se inició el año pasado, cuando este mismo equipo reutilizó células vivas, extraídas de embriones de rana, y las ensamblaron en componentes artificiales para construir una forma de vida inédita que puede confundirse con seres vivos naturales microscópicos.

A esos seres híbridos, mitad naturales, mitad artificiales, los llamaron Xenobots: con un milímetro de ancho, pueden moverse hacia un objetivo, recoger una carga útil (como un medicamento que debe llevarse a un órgano de un paciente) e incluso curarse a sí mismos después de ser cortados.

Todo el proceso de creación de esta extraña criatura se rigió por un algoritmo inspirado en el funcionamiento de dos tipos de células capaces de realizar movimientos organizados.

Ese algoritmo se insertó en células madre de embriones de ranas africanas conocidas como Xenopus laevis, que es de donde tomaron el nombre de «Xenobots».

Imagen del Xenobot. A la izquierda, el plano anatómico del organismo diseñado por ordenador. A la derecha, el organismo vivo, construido completamente según un algoritmo bioinspirado, a partir de piel de rana (verde) y células del músculo cardíaco (rojo). (Crédito: Sam Kriegman, UVM)

El resultado fue la creación de organismos sintéticos diseñados automáticamente por ordenador: combinan diferentes tejidos biológicos y son capaces de realizar funciones programadas informáticamente.

Esas formas corporales nunca vistas en la naturaleza comenzaron a trabajar juntas y formaron nuevas estructuras celulares siguiendo las instrucciones del algoritmo.


Nueva generación de Xenobots

No contentos con ese resultado, los investigadores han experimentado de nuevo con células embrionarias de la misma especie de rana, aunque con una novedad importante. Los resultados de este nuevo desarrollo se publican en la revista Science Robotics.

La novedad es que los nuevos Xenobots no están limitados por el programa genético correspondiente a su naturaleza, ni tampoco se les ha aplicado un programa informático de crecimiento.

El resultado no ha sido menos espectacular: las células de la nueva generación de Xenobots tomaron forma por sí mismas, de manera espontánea, sin programación previa, y actuaron como una comunidad, reaccionando ante otras células y participando en actividades colectivas.

Esas células híbridas pueden actuar como sensores, motores para el movimiento, redes de comunicación y computación, y dispositivos de grabación para almacenar información, destacan los investigadores en un comunicado.

La revista Quanta pone de manifiesto las profundas implicaciones de este resultado: lo más importante es que desvela cómo funcionan las células fuera del contexto genético que les es propio por su naturaleza.

Lo primero que apreciaron es que el genoma de la rana no es taxativo, ya que no obliga a las células embrionarias a proliferar, diferenciarse y organizarse de una única forma.

Nuevo tipo de criatura

En consecuencia, puede decirse que esta generación de Xenobots representa un nuevo tipo de criatura que destaca más por lo que hace, que por sus orígenes genéticos (en este caso de una especie de rana).

Michael Levin, uno de los artífices de este desarrollo, destaca al respecto que las células individuales no están determinadas solo por la genética, sino que, aunque se guían por el genoma, tienen capacidad de decisión (una especie de libre albedrío celular) que les permite crear diferentes cuerpos.

Considera que lo que el genoma aporta a las células naturales es solo un mecanismo que les impulsa a emprender actividades dirigidas a objetivos, y no un programa cerrado de evolución. Lo importante es adaptarse y sobrevivir.

Si eso es correcto, entonces la variedad de formas y funciones corporales que se dan en los organismos naturales, no es tanto el resultado de programas de desarrollo específicos escritos en sus genomas, sino de sus comportamientos celulares, que pueden provenir tanto del genoma como del medio ambiente, destaca Quanta.


¿También las células humanas?

Los investigadores piensan también que, si la organización observada en estos organismos híbridos está en la base de la organización animal multicelular, las células humanas podrían comportarse también de la misma manera.

Eso significaría que, en el futuro, tal vez podamos alcanzar la capacidad de conseguir que nuestras células realicen cosas que en teoría podrían hacer, como por ejemplo la regeneración de extremidades.

A diferencia de los Xenobots, nuestras células todavía no se habrían «dado cuenta» de que disponen de esa opción. En un entorno adecuado, tal vez sean capaces de desarrollar esa capacidad.

Que las células puedan estar programadas para «calcular» colectivamente sus propias soluciones para el crecimiento y la forma, en lugar de lo que indica su genoma, tiene sentido también en términos evolutivos, porque significa que los objetivos colectivos de las células en un tejido sobreviven a perturbaciones traumáticas, explican los científicos.


Hasta tendrían un «Yo»

Las implicaciones no terminan ahí: los Xenobots incluso pueden considerarse organismos, en el sentido de que representan a una colección de células con una actividad organizada dirigida a un objetivo: tienen algún tipo de identidad o «yo», destacan los investigadores.

Y aunque esos organismos vivos artificiales no tienen sistema nervioso, pueden comunicarse entre sí: entre los Xenobots existe un intercambio de iones de calcio como el que se observa entre las neuronas.

De esas comunicaciones intercelulares surge una especie de código que permite a las células organizarse más o menos independientemente de sus genes, desafiando así las viejas ideas acerca de lo que define a un organismo.

Referencia: A cellular platform for the development of synthetic living machines. Douglas Blackiston et al. Science Robotics, 31 Mar 2021:Vol. 6, Issue 52, eabf1571. DOI:10.1126/scirobotics.abf1571

POR SI NO LO CREÍA, YA ESTÁN...

"XENOBOTS 3.0"

Crean en laboratorio máquinas vivientes que se reproducen como seres orgánicos

Pequeños robots son capaces de nadar fuera de una placa de laboratorio, encontrar y recolectar células y usar esas células para ensamblar un nuevo Xenobot «bebé». Solo unos días después, este nuevo robot es capaz de salir y replicarse a su vez como si fuera un ser vivo.

Investigadores de la Universidad de Vermont, en Estados Unidos, han creado robots “vivientes” hechos en laboratorio que pueden reproducirse de forma espontánea. Diseñados por Inteligencia Artificial (IA), marcan una nueva forma de autorreplicación biológica, especialmente prometedora para la medicina regenerativa.


Los diminutos robots son capaces de salir del recipiente en el que fueron desarrollados, buscar células y “armar” un nuevo robot, una copia exacta que, al pasar algunos días, adquirirá la misma capacidad de replicarse a sí mismo. Las pequeñas máquinas fueron creadas a partir de células de rana: estos organismos diseñados por ordenador reúnen células individuales en el interior de una «boca» y liberan «crías» Xenobot con su misma apariencia y movimientos. A su vez, los nuevos ejemplares se reproducen de la misma forma.

Desde una rana

Las células embrionarias utilizadas, que pertenecen a una rana Xenopus laevis, se convertirían en piel en un contexto natural. Servirían para mantener fuera a los patógenos y redistribuir la mucosidad en la piel de un renacuajo, pero los científicos estadounidenses le han dado otra “vida”. Aplicando las instrucciones justas mediante un programa de ordenador basado en Inteligencia Artificial, las células pueden “rediseñarse” en laboratorio y estar listas para una función completamente diferente.

Según una nota de prensa, los investigadores explicaron que las células empleadas tienen el genoma de una rana, pero al ser liberadas de convertirse en renacuajos emplean su inteligencia colectiva, o una especie de plasticidad celular, para hacer algo asombroso: juntarse y crear organismos “vivos” que pueden gestar a su vez copias exactas de sí mismos. Si en un principio llamó la atención de los científicos que los Xenobots pudieran diseñarse para realizar tareas simples, las nuevas funciones prácticamente redefinen los límites de aquello que puede entenderse como reproducción biológica.

Estos objetos biológicos, que son básicamente una colección de células diseñadas por ordenador, se replican espontáneamente, pero incluyendo el genoma de la rana completo e inalterado. Esto significa que las instrucciones originales presentes en la célula han logrado reencauzarse para cumplir con un nuevo objetivo: agruparse y crear un organismo, que a su vez tendrá la capacidad de replicarse a sí mismo. Al parecer, aún no hemos descubierto todas las formas en que la vida puede reproducirse, como quizás habíamos pensado.

Hallar la forma ideal

En un principio, el padre Xenobot integrado por unas 3.000 células conforma una esfera. Sin ningún tipo de “ayuda”, lo más probable es que el proceso se detenga allí y la reproducción no continúe. Sin embargo, un programa de Inteligencia Artificial que trabaja en el cúmulo de superordenadores Deep Green de la Universidad de Vermont hizo la diferencia.

Al aplicar un algoritmo evolutivo, fue posible “probar” miles de millones de formas corporales en simulación, como por ejemplo triángulos, cuadrados o pirámides, hasta encontrar aquellas que permitían a las células ser más eficaces en la replicación «cinemática», o sea basada en el movimiento. A partir de ese logro, los organismos lograron replicarse sin mayores problemas a partir del padre Xenobot.

En ese sentido, los científicos destacaron en el nuevo estudio, recientemente publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que los grupos de células, cuando se liberan de un organismo en desarrollo, pueden encontrarse y combinarse con otras células sueltas similares, y que además esta capacidad no tiene que evolucionar o introducirse específicamente mediante manipulación genética.

Al mismo tiempo, la investigación demuestra que la Inteligencia Artificial puede ayudar a diseñar organismos modelo que se reproduzcan mejor: este mismo concepto puede ser aplicado en el futuro para “orientar” a las células humanas en el sentido deseado, por ejemplo eliminando enfermedades, dándole nueva vida a órganos que ya no son funcionales o creando nuevos.

Referencia

Kinematic self-replication in reconfigurable organisms. Sam Kriegman, Douglas Blackiston, Michael Levin and Josh Bongard. PNAS (2021). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2112672118

Foto: kalhh en Pixabay.

Video: Universidad de Vermont / YouTube.

SI LE QUEDA CAPACIDAD DE ASOMBRO...


CREAN ROBOTS INTELIGENTES QUE SE ALIMENTAN DE NEURONAS "VIVAS" PARA ACTUAR COMO HUMANOS

Neuronas cultivadas a partir de células vivas funcionan como un «depósito físico» para que un ordenador conectado desarrolle señales coherentes: sirven para enseñar a un robot a navegar a través de un laberinto, mediante estimulación eléctrica. Es un primer paso para crear máquinas de Inteligencia Artificial que piensen como humanos.

Investigadores de la Universidad de Tokio han desarrollado un sistema que logra «enseñar» a un robot a realizar una tarea concreta y pensar la solución a un problema como si se tratara de un ser humano. Un cultivo de neuronas producidas a partir de células vivas se integra a un ordenador y genera señales mediante estímulos eléctricos, propiciando que el robot pueda escapar de un laberinto luego de «aprender» a reconocer el entorno y el objetivo que debe cumplir.

Un enfoque denominado «computación de reservorios físicos» podría dar lugar a una nueva era en la robótica, haciendo realidad el viejo sueño de crear máquinas de Inteligencia Artificial que piensen como lo haría un ser humano.

La tecnología da un sentido concreto a las señales cerebrales producidas por elementos de base física, como por ejemplo las neuronas cultivadas en esta investigación, para luego «transmitir» a los robots estructuras humanas de pensamiento y resolución de problemas.


Cerebros artificiales que piensen como humanos

El concepto se sustenta en una idea más amplia: la computación neuromórfica. En ella se busca que los ordenadores y los robots puedan «imitar» la lógica del pensamiento humano, que ha demostrado gran eficacia en la resolución de múltiples problemas. En otras palabras, sus impulsores trabajan desde la década de 1960 en crear algoritmos y circuitos integrados con la misma estructura e idéntico comportamiento que el sistema nervioso humano.

Aunque aún no contamos con un sistema neuromórfico artificial que sea capaz de equiparar al del cerebro humano, concretamente en cuanto a la eficacia de la comunicación establecida entre las neuronas mediante el proceso de sinapsis, sí se han logrado grandes avances al integrar conocimientos de áreas tan disímiles como la informática, la biología, la física o la microelectrónica. Ahora, el nuevo estudio parece dar un paso importante para continuar avanzando al respecto.


Señales con base física y «viva»

Según una nota de prensa del Instituto Estadounidense de Física (AIP), el desarrollo tecnológico de los científicos japoneses se basó en una hipótesis previa: sostiene que la inteligencia en un sistema vivo surge de un mecanismo que extrae una salida coherente de un estado desorganizado o caótico. Precisamente es lo que lograron con su robot, al «enseñarle» a salir de un laberinto gracias a las señales coherentes emitidas por el sistema integrado al cultivo neuronal.

En el estudio publicado en la revista Applied Physics Letters, los investigadores explicaron que el ordenador encargado de «guiar» al robot se «alimentó» de un cultivo de neuronas producido a partir de células humanas vivas, las cuales brindaban señales en forma de estímulos eléctricos y «transmitían» los esquemas de pensamiento humanos al sistema.


Robots más útiles

De esta forma, aunque el robot podía moverse libremente a través del laberinto, recibía en forma permanente dos tipos de señales: algunas de ellas le indicaban que su comportamiento se encontraba dentro de los límites previstos y la orientación buscada, en tanto que otras servían para mostrarle que había tomado un sendero incorrecto y erróneo.

Cuando el robot tomaba una dirección incorrecta, las neuronas del cultivo celular se veían «perturbadas» por un impulso eléctrico. A lo largo del experimento, el robot fue alimentado continuamente con ambos tipos de señales, tanto las positivas como las negativas, hasta que resolvió con éxito la tarea de escapar del laberinto.

Los investigadores creen que esta nueva tecnología podrá conducir a la creación de sistemas robóticos y de Inteligencia Artificial que puedan equiparar en un futuro cercano a las estructuras que caracterizan al pensamiento humano. Si los robots piensan como nosotros, seguramente también será más sencillo comunicarse con ellos y hacer que sean mucho más útiles para resolver nuestras necesidades individuales y sociales.


Referencia: Physical reservoir computing with FORCE learning in a living neuronal culture featured. Yuichiro Yada, Shusaku Yasuda and Hirokazu Takahashia. Applied Physics Letters (2021).DOI:https://doi.org/10.1063/5.0064771

Foto: Stefan Keller en Pixabay.