Cirugía en la Edad Antigüa

EDAD ANTIGÜA

La "Edad Antigua" es el período comprendido entre la Invención de la Escritura (que la estiman en 3.300 a.C.), hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C.

CIRUGÍA EN LA EDAD ANTIGÜA

La evolución de la medicina en estas sociedades arcaicas encuentra su máxima expresión en las primeras civilizaciones humanas: Mesopotamia, Egipto, América Precolombina, India y China. En ellas se expresaba esa doble vertiente, empírica y mágica, característica de la medicina primitiva.

El establecimiento del calendario y la invención de la escritura señalaron el final de la Prehistoria.

Testigos de este hecho son las tabletas con escritura cuneiforme encontradas en el Medio Oriente, las cuales eran utilizadas por los médicos de Babilonia 3.000 años antes de Cristo.

La cirugía pasó del altar ritual, los trépanos prehistóricos, y en la edad antígüa comienza principalmente en Grecia y Roma Antigua con Hipócrates, Celso y Galeno que eran médicos y cirujanos que poseen técnicas quirúrgicas descritas en sus textos, además de remedios médicos.


Una técnica de notable antigüedad es la de la sangría, o flebotomía, atestiguada en numerosas sociedades a lo largo de la historia.

El ingenioso método desarrollado por algunas tribus de África, de la India y Sudamérica, sellando las heridas menores mediante la aplicación de termitas o escarabajos a los que, tras morder los bordes aproximados de la herida, se les retuerce el cuello para dejar las cabezas rígidamente enganchadas a modo de grapas. Es irónico que miles de años después hayan inventado la sutura mecánica o engrapadora con grapas que cumple la misma función.

Suturas realizadas con hormigas.

Sutura mecánica con grapas.

ORÍGENES


MESOPOTAMIA


Hace unos 6000 años, florecieron entre el Tigris y el Éufrates las primeras civilizaciones humanas, en Mesopotamia ya se tenía un gran conocimiento de la medicina, de hecho en el Código de Hammurabi ya se hace una referencia muy intensa a la praxis de los médicos y a sus modos de curar. La tierra entre ríos albergó desde el Neolítico a algunas de las primeras y más importantes civilizaciones humanas (sumeria, acadia, asiria y babilónica).

El principal testimonio de la forma de vida de las civilizaciones mesopotámicas se encuentra en el "Código de Hammurabi", una recopilación de leyes y normas administrativas recogidas por el rey babilónico Hammurabi, tallado en un bloque de diorita de unos 2,50 m de altura por 1,90 m de base y colocado en el templo de Sippar (Vargas, 2014).

En él se determinan a lo largo de trece artículos, las responsabilidades en que incurren los médicos en el ejercicio de su profesión, así como los castigos dispuestos en caso de mala praxis. Gracias a este texto y a un conjunto de unas 30.000 tablillas recopiladas por Asurbanipal (669-626 a. C.), procedentes de la biblioteca descubierta en Nínive por Henry Layarde en 1841 ha podido intuirse la concepción de la salud y la enfermedad en este período, así como las técnicas médicas empleadas por sus profesionales sanadores, e incluso los honorarios que debía cobrar (hoy le llamaríamos "nomenclador nacional"), y los castigos cuando no efectuaba bien su tarea.

De la última imágen, queda explícito que hacían operaciones oftalmológicas como las cataratas.

De todas esas tablillas unas 800 están específicamente dedicadas a la medicina, y entre ellas se cuenta la descripción de la primera receta conocida. Lo más llamativo es la intrincada organización social en torno a tabúes y obligaciones religiosas y morales, que determinaban el destino del individuo. Primaba una concepción sobrenatural de la enfermedad: esta era un castigo divino impuesto por diferentes demonios tras la ruptura de algún tabú. De este modo, lo primero que debía hacer el médico era identificar cuál de los aproximadamente 6.000 posibles demonios era el causante del problema. Para ello empleaban técnicas adivinatorias basadas en el estudio del vuelo de las aves, de la posición de los astros o del hígado de algunos animales (Vargas, 2014).

A la enfermedad se la denominaba "shêrtu". Pero esta palabra asiria significaba, también, pecado, impureza moral, ira divina y castigo.Cualquier dios podía provocar la enfermedad mediante la intervención directa, el abandono del hombre a su suerte, o a través de encantamientos realizados por hechiceros. Durante la curación todos estos dioses podían ser invocados y requeridos a través de oraciones y sacrificios para que retirasen su nociva influencia y permitiesen la curación del hombre enfermo. De entre todo el panteón de dioses Ninazu era conocido como "el señor de la medicina" por su especial relación con la salud (Vargas, 2014).

En torno al 4.000 a. C. se establecieron en este territorio las primeras ciudades sumerias y durante más de tres mil años florecieron estas cuatro culturas, caracterizadas por el empleo de un lenguaje escrito (cuneiforme) que se ha conservado hasta nuestros días en numerosas tablillas y grabados Babilónico, pero hay que retroceder de nuevo unos tres mil años para hacer mención a la otra gran civilización del Próximo Oriente antiguo poseedora de un lenguaje escrito y de una cultura médica notablemente avanzada: la Egipcia (Vargas, 2014).

ANTIGUO EGIPTO


Tratamiento de la migraña recogido en un papiro egipcio, a base de un emplasto de hierbas y un cocodrilo de arcilla. Durante los tres mil años largos de historia del Antiguo Egipto se desarrolló una larga, variada y fructífera tradición médica.

Los primeros métodos verdaderamente científicos comenzaron a desarrollarse en la civilización egipcia, Heródoto llegó a escribir que "en el Antiguo Egipto existía un médico para cada enfermedad" (primera referencia a la especialización en campos médicos).


Heródoto llegó a llamar a los egipcios el pueblo de los sanísimos, debido al notable sistema sanitario público que poseía.

En la Odisea de Homero se dice de Egipto que es un país "cuya fértil tierra produce muchísimos fármacos" y donde "cada hombre es un médico" (Gremeck, 2007).

Es cierto que los egipcios todavía tenían una visión teológica de la enfermedad, sin embargo fueron los que comenzaron a buscar explicaciones científicas a los síntomas estableciendo el origen de la medicina.

La medicina egipcia mantenía en buena medida una concepción mágica de la enfermedad, pero comienza a desarrollar un interés práctico por campos como la anatomía, la salud pública o el diagnóstico clínico que suponen un avance importante en la forma de comprender el modo de enfermar.

Papiros dedicados a temas médicos:

El papiro Ebers describe a tres tipos de médicos en la sociedad egipcia:

  • Los sacerdotes de Sejmet, mediadores con la divinidad y conocedores de un amplio surtido de drogas,

  • Los Sun-Nu (médicos civiles), y

  • Los Magos, capaces de realizar curaciones mágicas.


Una clase de ayudantes, denominados "Ut", que no se consideran sanadores, asistían en gran número a la casta médica, adelantando el cuerpo de enfermería.


Dentro de las numerosas descripciones anatómicas ofrecidas por los textos egipcios hay que destacar las relativas al corazón y al aparato circulatorio, recogidas en el tratado "El secreto del médico: conocimiento del corazón", incorporado en el papiro Edwin Smith. Las primeras referencias pertenecen a la temprana época monárquica (2700 a. C.). Según Manetón, sacerdote e historiador egipcio, Atotis o Aha, faraón de la primera dinastía, practicó el arte de la medicina, escribiendo tratados sobre la técnica de abrir los cuerpos.

De esa época datan también los escritos de Imhotep, visir del faraón Necherjet Dyeser, sacerdote, astrónomo, médico y primer arquitecto del que se tiene noticia. Tal fue su fama como sanador que acabó deificado, considerándose el dios egipcio de la medicina.

Otros médicos notorios del Imperio Antiguo (del 2500 al 2100 a. C.) fueron Sachmet (médico del faraón Sahura) o Nesmenau, director de una de las casas de la vida, templos dedicados a la protección espiritual del faraón, pero también protohospitales en los que se enseñaba a los alumnos de medicina mientras se prestaba atención a los enfermos.

Varios dioses velan por el ejercicio de la medicina: Thot, dios de la sabiduría, Sejmet, diosa de la misericordia y la salud, Duau y Horus, protectores de los especialistas en medicina ocular, Tueris, Heget y Neit, protectores de las embarazadas en el momento del parto, o el mismo Imhotep tras ser divinizado. Existe constancia de instituciones médicas en el antiguo Egipto como mínimo a partir de la primera dinastía. En estas instituciones, ya en la decimonovena dinastía, sus empleados disponían de ciertas ventajas (seguro médico, pensiones y licencia por enfermedad), siendo su horario laboral de ocho horas (Gremeck, 2007).

También fue egipcia la primera médica conocida, Peseshet, quien ejerció su actividad durante la cuarta dinastía; además de su rol de supervisión, Peseshet evaluaba a parteras en una escuela médica en Sais.


El profesor de la BYU, C. Wilfred Griggs descubrió una barra de metal de 22 centímetros implantada en la rodilla.de una momia de 2.600 años: Usermontu .

Con el fin de investigar la naturaleza del implante, Griggs, el doctor Richard T. Jackson, cirujano ortopédico de Provo, y el doctor E. Bruce Mcliff, jefe de radiología del Centro Médico Regional del Valle de Utah, taladraron cuidadosamente en el hueso para examinar la barra y extraer muestras óseas y metálicas.

El equipo científico encontró rastros de antigua resina orgánica, semejante al cemento óseo moderno y, también, rastros de grasas antiguas y textiles que aún estaban bien puestos en su lugar. Tras las investigaciones exhaustivas, se reveló que tan avanzado procedimiento había sido realizado en tiempos antiguos, hace aproximadamente 2600 años.

El equipo de investigación quedó asombrado de que la barra hubiese sido creada con los mismos diseños que se utilizan hoy en día para estabilizar huesos. "Estamos asombrados de la habilidad para crear barras metálicas con los principios biomecánicos que utilizamos hoy en día, como por ejemplo la fijación rígida del hueso," dijo el doctor Richard Jackson. "Va más allá de cualquier cosa que pudiéramos esperar de ese tiempo."

La BYU informó que la barra "se hacía más estrecha y se volvía espiral a medida que entraba en el femur, similar a los métodos biomecánicos que se usan hoy en día. El otro extremo de la barra, el cual se encontraba en la tibia, tiene tres pestañas que se extienden hacia afuera desde el centro de la barra y evitan la rotación de ésta hacia dentro del hueso."

El equipo científico examina la momia

Rayos X que muestran la barra metálica de 22 centímetros en la rodilla de Usermontu.

Aunque este es el primer caso de un implante ortopédico de metal, otros ejemplos sobre el cuidado del cuerpo anteriores a la momificación incluían la curación de heridas, trabajo dental, y la construcción de prótesis.

Una prótesis del dedo gordo del pie de 3000 años que fue puesta en un cuerpo después de su fallecimiento. Guardada en el Museo Egipcio de El Cairo.

MEDICINA HEBREA


La mayor parte del conocimiento que se tiene de la medicina hebrea durante el primer milenio a. C. proviene del Antiguo Testamento de la Biblia. En él se citan varias leyes y rituales relacionados con la salud, tales como el aislamiento de personas infectadas (Levítico 13:45-46), lavarse tras manipular cuerpos difuntos (Números 19:11-19) y el entierro de los excrementos lejos de las viviendas (Vargas, 2014).

Los mandatos incluyen profilaxis y supresión de epidemias, supresión de enfermedades venéreas y prostitución, cuidado de la piel, baños, alimentación, vivienda y ropas, regulación del trabajo, sexualidad, disciplina, etc. Muchos de estos mandatos tienen una base más o menos racional, tales como la circuncisión, la supuesta impureza de las parturientas, impureza de la mujer durante la menstruación, Las leyes relativas a la alimentación (prohibición de la sangre y del cerdo), el descanso del Sabbat, el aislamiento de los enfermos de gonorrea y de lepra, y la higiene del hogar (Vargas, 2014).

El monoteísmo hebreo hizo que la medicina fuera teúrgica: Yahvé era el responsable tanto de la salud como de la enfermedad. El monoteísmo en general significa un avance: facilitó el desarrollo de la ciencia al concentrarse el hombre en una sola idea. Terminó con la noción de un dios para cada fenómeno de la naturaleza y cada circunstancia de la vida como lo postulaba el politeísmo. Esto permitió el estudio y la indagación del origen de cada cosa.​

La enfermedad puede ser también una prueba divina como en el caso de Job: "Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza" (Job 2:7). Los hebreos adoptaron preceptos médicos de los pueblos con los cuales tuvieron contacto: Mesopotamia, Egipto y Grecia. En el Talmud se habla del número total de los huesos del hombre. Los hebreos notaron que en el hombre faltaba el báculo (el hueso interno del pene) típico en todos los animales machos. El médico era llamado rophe, y el circuncidador era el uman.

INDIA

Dhanuantari, dios de la medicina, con cuatro brazos y atributos que lo igualan al dios Visnú. Hacia el año 2000 a. C. en la ciudad de Mojensho-Daro (en la actual Pakistán), todas las casas disponían de cuarto de baño y muchas de ellas también poseían letrinas. Esta ciudad es considerada la más avanzada de la Antigüedad en lo que a higiene se refiere.

Esa cultura del valle del Indo (Pakistán) desapareció sin dejar herencia en las culturas posteriores de la India.

El periodo Védico (entre el siglo XVI y el siglo VIII a. C.) fue una era de migraciones y guerras, que dejó textos como el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del segundo milenio a. C.), pero demuestra la ausencia completa de conocimiento médico. En el período brahmánico (siglo VI a. C. a X d. C.) se formularon las bases de un sistema médico. Las enfermedades eran entendidas por los hinduistas como karma, un castigo de los dioses por las actividades de la persona. Pero, a pesar de su componente mágico-religioso, la medicina hinduista aiurveda realizó algunos aportes a la medicina en general, como por ejemplo, el descubrimiento de que la orina de los pacientes diabéticos es más dulce que la de los pacientes que no padecen esta patología (Cárdenas, 2016).

Para poder diagnosticar una enfermedad, los médicos aiurvedas realizaban una exploración minuciosa a los pacientes, en la que se incluía la palpación y la auscultación. Una vez emitido el diagnóstico, el médico daba una serie de indicaciones dietéticas (Cárdenas, 2016).

Los dos textos más famosos de la medicina tradicional india (aiurveda) son el Cháraka-samjita (siglo II a. C.) y el Súsruta-samjita (siglo III d. C.).

La primera escuela, Charaka, se basa en la mitología, pues dice que una divinidad bajó a la tierra y al encontrarse con tantas enfermedades dejó un escrito sobre como prevenirlas y tratarlas. Más adelante esta escuela se basaría en la creencia de que ni la salud ni la enfermedad son parte de lo que las personas deben vivir y que con esfuerzo la vida se puede alargar. Esta escuela es parecida a la medicina moderna en el ámbito de tratar las enfermedades crónicas. Uno de los mayores esfuerzos de esta escuela era mantener la salud del cuerpo y la mente, ya que, según sus creencias, se encontraban en constantes comunicación.

Según Cháraka, ni la salud ni la enfermedad están predeterminadas (lo cual contradecía la doctrina del karma predominante en el hinduismo de la época), y la vida puede ser alargada con algo de esfuerzo.

La segunda escuela, Súshruta, basó sus conocimientos en especialidades, técnicas conformadas para curar, mejorar y alargar la vida de las personas.

Dhanuantari, dios de la medicina

Cirugía Ayurvédica

Rinoplastía en la cirugía Ayurveda

CHINA


La medicina tradicional china surge como una forma fundamentalmente taoísta de entender la medicina y el cuerpo humano. El tao es el origen del universo, que se sostiene en un equilibrio inestable fruto de dos fuerzas primordiales: el yin (la tierra, el frío, lo femenino) y el yang (el cielo, el calor, lo masculino), capaces de modificar a los cinco elementos de que está hecho el universo: agua, tierra, fuego, madera y metal. Esta concepción cosmológica determina un modelo de enfermedad basado en la ruptura del equilibrio, y del tratamiento de la misma en una recuperación de ese equilibrio fundamental (Pozo, 2014).

Uno de los primeros vestigios de esta medicina lo constituye el Nei jing, que es un compendio de escritos médicos datados alrededor del año 2600 a. C. y que representará uno de los pilares de la medicina tradicional china en los cuatro milenios siguientes.

Una de las primeras y más importantes revisiones se atribuyen al emperador amarillo, Huang Di. En este compendio se encuentran algunos conceptos médicos interesantes para la época, especialmente de índole quirúrgica, aunque la reticencia en estudiar cadáveres humanos parece haber restado eficacia a sus métodos. La medicina china desarrolló una disciplina a caballo entre la medicina y la cirugía denominada "acupuntura": Según esta disciplina la aplicación de agujas sobre alguno de los 365 puntos de inserción (o hasta 600 según las escuelas) restauraría el equilibrio perdido entre el yin y el yang. Otro aporte de la medicina china fue la pulsología que, pese a desconocer la circulación encontraron once pulsos diferentes y con tres presiones distintas (un total de 33 pulsos conocidos). Varios historiadores de la medicina se han cuestionado el motivo por el que la medicina china quedó anclada en esta visión cosmológica sin alcanzar el nivel de ciencia técnica a pesar de su larga tradición y su amplio cuerpo de conocimientos, frente al modelo grecorromano clásico. El motivo, según estos autores, se encontraría en el desarrollo del concepto de logos por parte de la cultura griega, como una explicación natural desligada de todo modelo cosmológico (mythos) (Pozo , 2014).

Con la llegada de la dinastía Han (220-206 d. C.), y con el apogeo del taoísmo (siglo II a VII d. C.), se empieza a enfatizar los remedios vegetales y minerales, los venenos, la dietética, así como las técnicas respiratorias y el ejercicio físico.

De esta dinastía, y hasta la dinastía Sui (siglo VI) destacaron los siguientes sabios:

  • Chun Yuyi: De sus observaciones se desprende que ya sabían diagnosticar y tratar enfermedades tales como la cirrosis, las hernias y la hemoptisis.

  • Zhang Zhongjing: Fue probablemente el primero en diferenciar la sintomatología de la terapéutica.

  • Hua Tuo: Un gran cirujano multidisciplinar a quien se le atribuye las técnicas de narcosis (Ma Jue Fa) y de aberturas abdominales (Kai Fu Shu), así como de la sutura. También se centró en la obstetricia, en la hidroterapia y en ejercicios de gimnasia (Wu Qin Xi).

  • Huang Fumi: Autor de Zhen Jiu Yi Jing, un clásico sobre acupuntura.

  • Wang Shu He: Autor de Mai Jing, un clásico sobre la toma del pulso.

  • Ge Hong: alquimista, taoísta y fitoterapeuta que desarrolló métodos de longevidad basados en ejercicios respiratorios, dietéticos y farmacológicos.

  • Tao Hongjing: experto en remedios farmacológicos.


Durante las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907) la medicina tradicional china vive grandes momentos.

En el año 624 fue creado el Gran Servicio Médico, desde donde se organizaban los estudios y las investigaciones médicas.

De esta época nos han llegado descripciones muy precisas de multitud de enfermedades, tanto infecciosas como carenciales, tanto agudas como crónicas.

Y determinadas referencias dejan entrever un gran desarrollo en especialidades como la cirugía, la ortopedia o la odontología.

El médico más destacable de este periodo fue Sun Simiao (581-682).

Durante la dinastía Song (960-1270) aparecen sabios multidisciplinares como Chen Kua, pediatras como Qian Yi, especialistas en medicina legal como Song Ci, o acupuntores como Wang Wei Yi.

Poco después, antes de la llegada de la dinastía Ming, cabe destacar a Hu Zheng Qi Huei (especialista en dietética), y a Hua Shuou (o Bowen, autor de una relevante revisión del clásico Nan Jing).

Durante la Ming (1368-1644) aumentaron las influencias de otras latitudes, médicos chinos exploraron nuevos territorios, y médicos occidentales llevaron sus conocimientos a la China.

Una de las grandes obras médicas de la época fue el Gran Tratado de Materia Médica de Li Shizhen.

También cabe citar al acupuntor Yang Jizou.

A partir del siglo XVII y XVIII, las influencias recíprocas con Occidente y sus avances técnicos, y con las diferentes filosofías imperantes (por ejemplo el comunismo), acaban de conformar la actual medicina china.


AMÉRICA PRECOLOMBINA


El vasto territorio del continente americano acogió durante todo el período histórico previo a su descubrimiento por Europa a todo tipo de sociedades, culturas y civilizaciones, por lo que pueden encontrarse ejemplos de la medicina neolítica más primitiva, de chamanismo, y de una medicina casi técnica alcanzada por los mayas, los incas y los aztecas durante sus épocas de máximo esplendor.

Existen, sin embargo, algunas similitudes, como una concepción mágico-teúrgica de la enfermedad como castigo divino, y la existencia de individuos especialmente vinculados a los dioses, capaces de ejercer las funciones de sanador.


Medicina alcanzada por Mayas, Incas y Aztecas.


Entre los incas se encontraban médicos del Inca denominados (hampi-camayoc) y médicos del pueblo (ccamasmas), con ciertas habilidades quirúrgicas fruto del ejercicio de sacrificios rituales, así como con vasto conocimiento hervoristico.

Entre las plantas medicinales más usadas se encontraban la coca (Erytroxilon coca), el yagé (Banisteriopsis caapi), el yopo (Piptadenia peregrina), el pericá (Virola colophila), el tabaco (Nicotiana tabacum), el yoco (Paulinia yoco) o el curare. Y algunas plantas con efecto analgésico y anestésico.

La Civilización Azteca tenía conocimientos complejos de medicinas del que quedaron marcadas en dos códices que son: Códice Sahagún y Vadiano

El médico maya (ah-men) era propiamente un sacerdote especializado que heredaba el cargo por linaje familiar, aunque también cabe destacar el desarrollo farmacológico, reflejado en las más de cuatrocientas recetas compiladas por R. L. Roys.​

La civilización azteca desarrolló un cuerpo de conocimientos médicos extenso y complejo, del que quedan noticias en dos códices: el Códice Sahagún y el Códice Badiano.

Este último, de Juan Badiano, compila buena parte de las técnicas conocidas por el indígena Martín de la Cruz (1552), que incluye un curioso listado de síntomas que presentan los individuos que van a morir.

Cabe destacar el hallazgo de la primera escuela de medicina en Monte Albán, próximo a Oaxaca, datada en torno al año 250 de nuestra era, donde se han encontrado unos grabados anatómicos entre los que parece encontrase una intervención de cesárea, así como la descripción de diferentes intervenciones menores, como la extracción de piezas dentarias, la reducción de fracturas o el drenaje de abscesos.​

Entre los aztecas se establecía una diferencia entre el médico empírico (de nuevo el equivalente del "barbero" tardomedieval europeo) o tepatl y el médico chamán (ticitl), más versado en procedimientos mágicos.

Incluso algunos sanadores se podían especializar en áreas concretas encontrándose ejemplos en el códice Magliabecchi de fisioterapeutas, comadronas o cirujanos.

El traumatólogo o "componedor de huesos" era conocido como teomiquetzan, experto sobre todo en heridas y traumatismos producidos en combate.

La tlamatlquiticitl o comadrona hacía seguimientos del embarazo, pero podía realizar embriotomías en caso de aborto.

Es de destacar el uso de oxitócicos (estimulantes de la contracción uterina) presentes en una planta, el cihuapatl.

Francisco López de Gómara, en su Historia de Indias, relata también las diferentes prácticas médicas con las que se encontraron los conquistadores españoles.

El Códice Vadiano nos habla de los síntomas de personas con signos que van a morir. Entre los aztecas se establecía una diferencia entre el medio empírico y el medico Chamán (magos) (Gremeck, 2007).

ANTIGÜEDAD CLÁSICA


En creta nació una población que supera la edad de piedra, empleando los metales, construyendo palacios y desarrollando una cultura que culminará con el desarrollo de las civilizaciones minoica y micénica. Estas dos culturas son la base de la Grecia Clásica, de influencia capital en el desarrollo de la ciencia moderna en general y de la medicina en particular.

El desarrollo de los conceptos de la physis (naturaleza) y del logos (razonamiento, ciencia) suponen el punto de partida de una concepción de la enfermedad como una alteración de mecanismos naturales, susceptible, por tanto, de ser investigada, diagnosticada y tratada, a diferencia del modelo mágico-teológico determinista predominante hasta ese momento.

Surge el germen del método científico, a través de la autopsia ("visión por uno mismo") y de la hermenéutica (interpretación).

Aquí se pensaba que el contagio de una enfermedad se daba como una alteración de mecanismos naturales, y era la diferente al modelo mágico teológico.

GRECIA


El término clásico acuñado por los griegos para definir la medicina, tekhne iatriké (la técnica o el arte de curar), o los empleados para nombrar al «médico de las enfermedades» (ietèr kakôn) y al cirujano (kheirourgein, ‘trabajador de las manos’) sintetizan ese concepto de la medicina como ciencia.

El ser humano comienza a dominar la naturaleza y se permite (incluso a través de sus propios mitos) retar a los dioses (Anquises, Peleo, Licaón u Odiseo).

La obra griega escrita más antigua que incluye conocimientos sobre medicina son los poemas homéricos: la Ilíada y la Odisea.

Aquí se mezclan realidad y leyenda/mitología. La medicina desarrollada en la Antigua Grecia, probablemente basada en la medicina egipcia, se remonta a la época Homérica, aunque verdaderamente no se desarrolló hasta el siglo V a. C. con Hipócrates. La medicina era ya reconocida como un arte en parte y se decía: "Un médico, por sí mismo, vale como muchos hombres". Homero en sus libros "La Ilíada" y "La Odisea", hacía mención de la medicina antigua.

La Ilíada cita como médicos a los guerreros aqueos Macaón y Podalirio, dos hijos de Asclepio (Dios de la Medicina), así como al Dios Peán, médico de los dioses. El primero se encargó, sobre todo, de curar a Menelao,​ herido por una flecha. Comenzó por examinar al enfermo y después de retirar la flecha, desvistió al herido, succionó la sangre de la herida y le aplicó medicamentos; los cuales no se precisan, excepto que le fueron ofrecidos por el centauro Quirón a Asclepio, quien se los entregó a Macaón. El propio Dios Peán curó a Hades (Dios del Inframundo), herido por una flecha disparada por Heracles (Hércules): esparció medicamentos sobre la herida, especificando que eran analgésicos. La Odisea menciona a médicos de profesión: el porquero Eumeo dice de la figura del médico forma parte de los "artesanos que rinden servicio a todos", a semejanza del techador o del aedo (cantor, poeta) y del adivino. En otro lugar,​ el poeta rinde homenaje a la ciencia médica de los egipcios, a los que califica "hijos de Peán".


"ASCLEPIO" O "ESCULAPIO" (para los romanos)

Para los griegos, era el Dios de la Medicina. Hijo de Apolo y de la mortal Coronis, princesa de Tesalia, Asclepio era un Semidios (un hombre mitad hijo de un Dios y por lo tanto un ser humano real con poderes) cuyo don de la curación enfureció a los dioses. Sus conocimientos de medicina y su capacidad para resucitar a los muertos, hicieron de Asclepio un hombre respetado e incluso venerado. Pero Zeus no compartía la simpatía por este semidios, ya que temía que al evitar la muerte de las personas, el equilibrio del universo se vería afectado. Al resucitar a Hipólito, hijo del héroe Teseo, Zeus se enfureció tanto que mató a Asclepio con un gran rayo. Apolo, furioso por la muerte de su hijo, vengó su muerte matando a los cíclopes que había hecho aquel rayo para Zeus, mientras que Asclepio ascendió a los cielos y se convirtió en una constelación. Los griegos lo veneraban como tal y dedicaron templos en su honor. El Santuario de Epidauro fue el más destacado, donde tuvo lugar una escuela de medicina.

A Asclepio (Esculapio) se lo representaba con un bastón sobre el que se enrollaban serpientes, una corona de laureles y una cabra o perro como animal de compañía.

Ésto sirvió de inspiración para crear el símbolo de la "Vara de Esculapio" que representa a profesionales de la salud a nivel universal.

Estrella de la Vida con el Báculo o Vara de Esculapio.

En el ámbito internacional representa las unidades y personal de los Servicios de Emergencias Médicas.

El caduceo y la Vara de Esculapio.docx

HIPÓCRATES

Con el tiempo comenzaron a nacer escuelas médicas donde la figura más exponencial era Hipócrates, que se cree que nació en el 460 a. C. en la isla de Cos, Grecia. Hijo de Praxítela y de Heráclides, médico de la familia de Asclepíades. Recibió probablemente sólida instrucción con Gorgias de Leoncio. Fue amigo del filósofo Demócrito. Sus dos hijos Tésalo y Draco, y su yerno Polibo, fueron sus alumnos.

En estas escuelas, Hipócrates era considerado padre de la medicina moderna, y señaló que utilizar remedios naturales, era más eficaz que recurrir a la superstición y a la magia. Dejo varios tratados acerca de la medicina donde se tocaban temas de anatomía, medicina interna, y la higiene. Estos tratados también hablaban de los cuatro fluídos o humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) la cual se basaba en el medio ambiente, el aire la alimentación y para estar con buena salud debían estar equilibrados estos humores Era pensado que cualquier desequilibrio de estos fluidos causaba enfermedades.

Según la clasificación de Hipócrates existen cuatro tipos de temperamentos según la predominancia de uno de los cuatro humores dentro de la psicología, a los cuales le agregaba el factor de la herencia y el entorno:

  • Temperamento sanguíneo.

  • Temperamento flemático.

  • Temperamento melancólico.

  • Temperamento colérico.

  • Herencia genética y entorno.


Realizó importantes contribuciones a esta disciplina como fundador de la escuela que revolucionó la medicina de su época, diferenciándola de otros campos asociados tradicionalmente como la teúrgia y la filosofía, convirtiendo su ejercicio en una profesión.

Hipócrates y sus seguidores describieron muchas enfermedades y trastornos médicos. Entre ellas la acropaquia o "dedos hipocráticos", un importante signo para diagnosticar la enfermedad pulmonar crónica, el cáncer de pulmón y la enfermedad cardíaca cianótica. Además, fue el primer médico en describir la "cara hipocrática" (apariencia característica del rostro humano cuando está próximo a su muerte) en su obra "Prognosis". Fue el primer cirujano de tórax documentado. Categorizó las enfermedades como agudas, crónicas, endémicas y epidémicas. Usó términos como recaída, crisis, convalecencia, paroxismo o pico.

Viajó por Tesalia, Tracia, Macedonia y ciudades del Asia. En Atenas ejerció y enseñó medicina y su actuación durante una peste le valió un homenaje público.

Su fama llegó a Persia, donde el rey Artajerjes le invitó a ir para combatir una epidemia, ofreciéndole cuantiosas riquezas; pero Hipócrates se negó a colaborar con los enemigos de su pueblo.

De las casi setenta obras que forman parte de la "Corpus Hippocraticum", es posible que solo escribiera alrededor de seis.

Entre las obras más destacadas figura el Tratado de los aires, las aguas y los lugares, donde se dice que el clima, el agua o su situación en un lugar en el que los vientos sean favorables son elementos que pueden ayudar al médico a evaluar la salud general de sus habitantes. Tras enseñar y practicar la medicina durante toda su vida, Hipócrates falleció en Larisa de Tesalia, Grecia, se cree que en 370 a. C. y según la tradición, sobre su tumba las abejas construyeron una columna con miel y cera curativas.


Los siguientes dos siglos (IV y III) supusieron el despegue de los movimientos filosóficos griegos.


ARISTÓTELES

Aprendió medicina de su padre, pero no consta un ejercicio asiduo de esta disciplina. En cambio, su "escuela peripatética" fue la cuna de varios médicos importantes de la época, entre otros:

  • Diocles de Caristo,

  • Praxágoras de Cos o

  • Teofrasto de Ereso.


En torno al año 300 a. C. Alejandro Magno funda Alejandría, la ciudad que en poco tiempo se convertiría en el referente cultural del Mediterráneo y Oriente Próximo. La escuela alejandrina compiló y desarrolló todos los conocimientos sobre medicina (como de muchas otras disciplinas) conocidos de la época, contribuyendo a formar algunos destacados médicos. Algunas fuentes apuntan la posibilidad de que los Ptolomeos pusieran a su disposición reos condenados a muerte para practicar vivisecciones.​


ERASÍSTRATO DE CEOS

Fue uno de los médicos más notables de la escuela alejandrina, descubridor del colédoco (conducto de desembocadura de la bilis en el intestino delgado), y del sistema de circulación portal (un sistema venoso que atraviesa el hígado con sangre procedente del tracto digestivo).


HERÓFILO DE CALCEDONIA

Fue otro de los grandes médicos de esta escuela: describió con acierto las estructuras denominadas meninges, los plexos coroideos y el cuarto ventrículo cerebral.


GLAUCO DE TARENCIO

Paralelamente se desarrolla la escuela empirista, cuyo principal exponente médico fue Glauco de Tarentio (siglo I a. C.). Podría considerarse a Glauco el precursor de la medicina basada en la evidencia, ya que para él sólo existía una base fiable: los resultados fundados en la experiencia propia, en la de otros médicos o en la analogía lógica, cuando no existían datos previos para comparar.


A partir de la incorporación de Egipto como provincia romana (30 a. C.), finaliza el periodo alejandrino y da inicio la época de esplendor de la medicina de Roma.

IMPERIO ROMANO


La medicina en la Antigua Roma fue una prolongación del saber médico griego.

La civilización etrusca, antes de importar los conocimientos de la cultura griega, apenas había desarrollado un corpus médico de interés, si se exceptúa una destacable habilidad en el campo de la odontología.​

Pero la importancia creciente de la metrópoli durante las primeras épocas de expansión va atrayendo a importantes figuras médicas griegas y alejandrinas que acaban por conformar en Roma el principal centro de saber médico, clínico y docente, del área mediterránea.​

Las figuras médicas más importantes de la Antigua Roma fueron Asclepíades de Bitinia (124 o 129 a. C.–40 a. C.), Celso y Galeno.

En Roma tenían una teoría tenían un teoría opuesta a los de los 4 humores de Hipócrates.

Aquí nacieron nuevas escuelas de pensamientos médicos:

  • "La Escuela Metódica": Asclepíades de Bitinia abiertamente opuesto a la teoría hipocrática de los humores, desarrolló una nueva escuela de pensamiento médico, la Escuela metódica, basada en los trabajos de Demócrito, y que explica la enfermedad a través de la influencia de los átomos que atraviesan los poros del cuerpo, en un anticipo de la "teoría microbiana".

Algunos médicos adscritos a esta escuela fueron:

          • Temisón de Laodicea,

          • Tésalo de Trales o

          • Sorano de Éfeso (el redactor de la primera biografía conocida de Hipócrates).

  • "Los Atomistas": Que se basaban en los átomos que atraviesan nuestro cuerpo, muy diferente a los Hipocráticos ya que ellos se basaban en los humores líquidos que causaban cualquier tipo de enfermedad.

  • "La Escuela Pneumática": Se fundó después y se basaba en los gases que atravesaban nuestro cuerpo a través de los pulmones, Con el comienzo de la era cristiana se desarrolló otra escuela médica en Roma: la Escuela Pneumática. Si los hipocráticos se referían a los humores líquidos como la causa de la enfermedad y los atomistas acentuaban la influencia de las partículas sólidas denominadas átomos, los pneumáticos verían en el pneuma (gas) que penetra en el organismo a través de los pulmones, la causa de los trastornos patológicos padecidos por el ser humano. Fueron seguidores de esta corriente de pensamiento:

          • Ateneo de Atalia o

          • Areteo de Capadocia.

CELSO

Entre los años 25 a. C. y 50 de nuestra era vivió otra figura médica de importancia: Aulo Cornelio Celso.

En realidad no hay constancia de que ejerciera la medicina, pero se conserva un tratado de medicina (De re medica libri octo) incluido en una obra mayor, de carácter enciclopédico, llamada De artibus (Sobre las artes).

En este tratado de medicina se incluye la definición clínica de la inflamación que ha perdurado hasta nuestros días: "Calor, dolor, tumor y rubor" (a veces también expresada como: "Tumor, rubor, ardor, dolor").

Lo que actualmente se llama "Tétrada de Celso".

En Roma la casta médica se organizaba ya (de un modo que recuerda a la actual división por especialidades) en médicos generales (medici), cirujanos (medici vulnerum, chirurgi), oculistas (medici ab oculis), dentistas y los especialistas en enfermedades del oído. No existía una regulación oficial para ser considerado médico, pero a partir de los privilegios concedidos a los médicos por Julio César se estableció un cupo máximo por ciudad.​

Por otra parte, las legiones romanas disponían de un cirujano de campaña y un equipo capaz de instalar un hospital (valetudinaria) en pleno campo de batalla para atender a los heridos durante el combate.​

Uno de estos médicos legionarios, alistado en los ejércitos de Nerón, fue Pedanio Dioscórides de Anazarbus (Cilicia), el autor del manual farmacológico más empleado y conocido hasta el siglo XV. Sus viajes con el ejército romano le permitieron recopilar un gran muestrario de hierbas (unas seiscientas) y sustancias medicinales para redactar su magna obra: De materia medica (Hylikà, conocido popularmente como "el Dioscórides").

GALENO

Otro padre de la medicina fue el célebre Claudio Galeno Nicon (130-200 d.C.), en griego antiguo, Γαληνός, Galēnos; más conocido como Galeno, fue un médico, cirujano y filósofo griego en el Imperio romano.

Claudio Galeno Nicon, nacido en Pérgamo tres años después de que esa ciudad griega, fuera tomada por el imperio Romano.

Su padre Nicón era un arquitecto a quien Galeno describió como inteligente, controlado y generoso; su modelo de pensamiento eran las matemáticas y descreía de las opiniones emocionales que no podían demostrarse con precisión lógica.

Nicón cuidó que la educación de su hijo fuera completa en griego, autores clásicos, retórica, dialéctica y filosofía, pues esperaba que se convirtiera en un filósofo profesional.

Una noche soñó que el dios Asclepio o Esculapio (cuyo majestuoso templo se estaba construyendo entonces en Pérgamo) le ordenaba que su hijo estudiara medicina, por lo que a los 16 años de edad Galeno ingresó como aprendiz con Sátiro, un médico local. Cinco años después murió Nicón, dejándole a Galeno recursos suficientes para que nunca tuviera preocupaciones económicas.

A los 21 años de edad Galeno viajó para seguir estudiando medicina, primero a Esmirna, después a Corinto y finalmente a Alejandría, en donde permaneció más tiempo estudiando anatomía, en la que llegó a ser un experto a pesar de que no realizó disecciones en humanos.

Al cabo de casi 12 años de ausencia, Galeno regresó a Pérgamo y fue nombrado cirujano de los gladiadores, puesto que desempeñó con gran éxito pues, según él mismo señala: «Muchos habían muerto en los años anteriores y ninguno de los que yo traté falleció…»

Al cabo de tres años, Galeno viajó a Roma donde (con una breve ausencia de un par de años) permaneció el resto de su vida. Allí tuvo un gran éxito, al principio como anatomista y experimentador, y posteriormente como médico y polemista.

Galeno fue la figura romana más reconocida debido a que su saber resumió todo el fruto de la medicina Hipocrática y Helenística, y constituyó el fundamento inobjetable durante los 1.500 años siguientes.

Fue el pionero de experimentos para investigar el cuerpo humano y como en ese tiempo en roma no era permitido hacer autopsias, él las hacía en animales.

Sus disecciones de cerdos y monos le permitieron notables adelantos en el estudio de las estructuras y funciones del cerebro.

El descubrió que las arterias no llevaban aire sino sangre y describió un sistema circulatorio bastante cercano a la realidad (Vallejo, 2015).


Adquirió una idea más clara que sus antecesores sobre la circulación de la sangre y una justa valoración del pulso como método de diagnóstico. En discrepancia con Hipócrates, pensaba que las enfermedades no consistían en un desequilibrio de los humores, sino en una lesión orgánica o imperfección funcional específica.

Pero en lo que no tiene paralelo en la historia es como autor: sus escritos son los más voluminosos de toda la antigüedad. Ocupan 22 gruesos volúmenes en la única edición que existe, con 2.5 millones de palabras, pero sólo reúnen dos terceras partes de la obra, pues el resto se ha perdido.

En su obra existen 9 libros de anatomía, 17 de fisiología, 6 de patología, 14 de terapéutica, 30 de farmacia, 16 sobre el pulso, etc. Galeno abarca absolutamente toda la medicina, que conoce mejor que nadie; todos los que no están de acuerdo con él son ignorantes, estúpidos o las dos cosas, y lo dice con absoluta claridad. "Arte Médica" ("Ars Curandi") es su obra principal.

Su ídolo fue Hipócrates, cuyos escritos conoce mejor que nadie y además los interpreta con la mayor fidelidad.

Su gran mérito fue promover la experimentación y revisar los conocimientos antiguos a la luz de la propia experiencia, actitud fundamentalmente científica que convierte a Claudio Galeno en el más grande médico de la antigüedad y en el precursor de la medicina moderna.

GALENO

BIZANCIO


En esta época para no perder todos los conocimientos de medicina tanto romanos como hipocratianos; recopilaron lo mejor de Roma y Grecia. El Imperio Romano Oriental heredó, tras la división por la muerte de Teodosio, la cultura y la medicina griegas. En su afán por recuperar, o no perder los conocimientos clásicos la cultura bizantina ejerció una función fundamental recopilando y catalogando lo mejor de las tradiciones griega y romana, realizando, en cambio, pocas aportaciones novedosas.

Cosme y Damián

Cosme y Damián (del griego Κοσμάς y Δαμιανός) fueron dos hermanos médicos cristianos, célebres por su habilidad en el ejercicio de su profesión y por su costumbre de prestar servicios desinteresadamente.

Cosme y Damián, médicos y hermanos, ejercieron la medicina en Cilicia en el siglo III. Fueron ajusticiados por Diocleciano y declarados santos y protectores de los médicos por la Iglesia católica.

Los dos hermanos fueron torturados, quemados vivos y, como sobrevivieron, fueron decapitados por orden de Diocleciano hacia el año 300 d. C.

La devoción a los dos hermanos fue una de las más extendidas a partir de la segunda mitad del siglo IV, en tanto que en el siglo siguiente Teodoreto de Ciro refiere noticias de su martirio y de su culto.

​La festividad de Cosme y Damián que había sido el 27 de septiembre hasta 1969, se cambió al 26 de septiembre, porque el 27 de septiembre son los dies natalis de San Vicente de Paul.

Oribasio de Pérgamo (325-403 d. C.), médico personal de Juliano el Apóstata, recogió en 70 volúmenes el libro llamado "Las Sinagogas Médicas", que era todo el saber médico hasta esa fecha. (Vallejo, 2015)

Con el consejo de Oribasio, Juliano estableció la obligatoriedad de obtener a través de un examen una licencia (symbolon) oficial para ejercer la medicina.


Siguiendo con ese espíritu compilador, pero poco innovador, encontramos a Alejandro de Trales(hermano del arquitecto de la basílica de Santa Sofía), o a Aetius de Amida, en el siglo VII.


El médico más notable de este período fue Pablo de Egina, autor de "Epítome", "Hypomnema" o "Memorandum", siete volúmenes que recogen los conocimientos de medicina, cirugía y obstetricia. Entre sus aportaciones, destacan la descripción de los pólipos nasales o del líquido sinovial de las articulaciones, y describió algunas técnicas quirúrgicas novedosas, como una técnica para extirpar costillas.

Se fundaron varias escuelas médicas, como

  • La Stoa Basilike (Escuela de Artes Liberales, en Constantinopla), o

  • La "Escuela de Níbisis", en Siria, cuna de médicos como Zenón de Chipre, Asclepiodoto o Jacobo Psicresto, y

  • El "Centro de Formación Intelectual", fundado en el siglo V por Teodosio II, quien destina varios edificios públicos a la curación de enfermos.


Se conserva constancia de la existencia de algunos otros médicos y cirujanos de cierto relieve:

  • Meletio, del siglo VII, autor de Sobre la constitución del hombre;

  • Teófanes Nonno (siglo X);

  • Miguel Psellos y

  • Simeón Seth en el siglo XI;

o, entre los siglos XII y XIII,

  • Sinesio,

  • Teodoro Pródromo o

  • Nicolás Myrepso.


La razón del estancamiento de nuevos avances en medicina a partir de este período y durante la Edad Media responde a la importancia creciente del cristianismo en la vida política y social, reacio al concepto helénico de ciencia natural y más proclive a una visión determinista (teocentrista) de la enfermedad.


Más tarde Alejandro Magno creo Alejandría y en dicha ciudad una escuela de medicina más conocida en aquellos tiempos, Alejandría desarrollaba grandes avances en la medicina antigua (Vallejo , 2015).

Las primeras disecciones humanas se practicaron en Alejandría, en el siglo III aC. La medicina hipocrática no se basó en las disecciones de cuerpos humanos salvo las practicadas ocasionalmente. Luego viene un largo período sin disecciones, hasta 1316 en que Mondino de Liuzzi (o de Luzzi) realizó las primeras disecciones en cadáveres

El Vino y la Medicina.

¿Qué representó el vino para los médicos de la antigüedad?

El vino y cualquier otra bebida de contenido alcohólico, fueron utilizadas desde la edad antigüa y continuó su utilización por siglos. Si tenemos en cuenta que veníamos de una era de la superstición y pensar que las enfermedades eran provocadas por malos espíritus, nada mejor que llamar a las bebidas alcohólicas como "bebidas espirituosas".


En realidad, existen varias teorías en relación con el origen del término espirituoso o “spirits” en inglés:

  • Una de ellas es que en el momento de la destilación, los primeros alcoholes de la bebida se evaporan. Cuando los destiladores del momento (probablemente en el siglo XIII) veían el fenómeno, creían que se trataba de espíritus.

  • Otra teoría muy difundida habla de que muchas de las bebidas espirituosas fueron ideadas como elixires medicinales. Al ser mezcladas o maceradas con hierbas y frutos medicinales, éstas eran capaces de curar diversas enfermedades y hasta de “revivir a un muerto”, decían. Por lo cual, cuando una persona en estado de enfermedad era curada gracias a una bebida de éstas decían que le volvió el espíritu.

  • La última teoría, y tal vez la más reciente, es la que explica que el espíritu del producto o su esencia es lo que se obtiene mediante la destilación. De allí el uso del término bebidas espirituosas.


El alcohol provoca una excitación inicial y luego una depresión del sistema nervioso. Los efectos inmediatos del consumo de alcohol son: desinhibición, euforia, aumento de la sociabilidad, dificultad para hablar, dificultad para asociar ideas, relajación muscular y descoordinación motora.


Habitualmente cuando hablamos de "Anestesia" nos referimos al conjunto de procedimientos para realizar técnicas quirúrgicas sin dolor ni reacciones adversas. En sentido estricto la anestesia es la anulación de la sensibilidad, mientras que el bloqueo específico de la sensibilidad dolorosa se llama "analgesia". Con frecuencia nos interesa que el paciente no esté consciente durante el acto quirúrgico, y a ese "sueño inducido" lo denominamos "hipnósis". El último elemento que se incluye en el término genérico de anestesia es la inmovilización del paciente, lo que conseguimos induciendo una "relajación muscular". O sea, que para que se provoque una anestesia, se requiere básicamente de: analgesia, hipnósis y relajación muscular.


Independientemente de todos los usos y efectos que se le puedan adjudicar al alcohol, los más importantes para la cirugía antigüa eran cumplir con los tres conceptos básicos de una anestesia, y se le agregaba un cuarto efecto:

  1. Hipnósis: Luego de su primera etapa de euforia y desinhibición, viene su efecto sedante y depresor del sistema nervioso central. Luego de la exaltación inicial, se produce un período de somnolencia.

  2. Analgesia: Baja el umbral del dolor, y a una persona ebria se la puede suturar sin utilizar anestesia local (doy fe).

  3. Relajación Muscular: Reduce la contractilidad muscular a través de mecanismos dependientes del calcio, produciendo relajación.

  4. Antiséptico: Para curación y desinfección de una herida. Hasta hoy se sigue usando con ese fin.


Pero, enterémonos un poquito más...

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