(000) Pechakucha interactiva del Barco del Exilio: Cuéntame el Viaje en 6:40

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El barco del exilio en Pechakucha from Exilio Regreso on Vimeo.

P.D. Ambas versiones desaparecieron de la red

Comunicación en red

El Barco del Exilio es fruto de todas las variantes de la comunicación en red. Lo hemos hecho posible una multitud de participantes, en decenas de escenarios. El modelo de aprendiz exiliado no es un ejemplar único, sino que tiene muchos rostros: una identidad múltiple en contextos sociales diferentes. Comprende las emociones de los demás. Puede ayudar y ser ayudado.

Empatía con el exilio, en la base del aprendizaje

¿Quién de nosotras ha vivido el exilio? La democracia en España y en Latinoamérica ha dado lugar a una generación de regresados y otra de personas que han crecido en su patria. Pero las culturas hispánicas tienen una memoria milenaria de viajeros y supervivientes, a pesar de quienes los expulsaron. Los últimos exiliados españoles son los jóvenes quincemayistas que no se han resignado a un destino fatal.

El proyecto-Barco ha convertido en mirada reflexiva la memoria del dolor, el compromiso y el amor exiliado. El Barco es el ojo que mira a las generaciones futuras y la cámara o la pantalla que recupera la memoria de esa esperanza. La imagen en blanco y negro ha adquirido el color de un amanecer y se ha hecho interactiva, gracias a los escenarios digitales y los proyectos educativos.

Traspasar el Muro

Muchos docentes actuales eran niños o jóvenes cuando Pink Floyd publicó “The Wall”. Hemos soñado con una escuela sin muros o un aprendizaje fuera de los muros. El proyecto-Barco surge del agujero que han abierto las nuevas tecnologías y, sobre todo, de las posibilidades de comunicar con quienes están más allá: las redes sociales, los proyectos colaborativos, la educación expandida, los aprendizajes ubicuos.

Comenzó siendo un barquito en busca de nuevas orillas, en perpetuo movimiento o en revolución permanente… hacia los otros que eran nuestros parientes, nuestros semejantes, nuestros avatares, nosotros mismos en otras épocas, con emociones y pensamientos comprensibles, todos humanos, en fin.

El diseño de aprendizajes expandidos

Para expresar todo lo que no sabíamos o solo conocíamos de oídas nos han hecho falta treinta escenarios digitales y una decena de redes sociales. En ellos han cabido todos los géneros de comunicación imaginables: textos escritos, orales, icónicos, audiovisuales, multimodales, interactivos. La educación expandida no es un producto del azar, sino que puede ser fruto de un diseño abierto a lo inesperado.

El orden inmanente se encuentra en veinte proyectos de aprendizaje de educación formal, que abarcan lo inabarcable: desde la memoria de los exiliados hasta la actualidad de los migrantes. Pero habría sido imposible sobre un currículo tradicional de lecciones o unidades. Era imprescindible trabajar por medio de proyectos, cada uno según el perfil real de los aprendices, que se plantean problemas, conciben tareas, logran productos.

El propósito era, desde el principio, conectar las mentes y las interacciones de aprendices en el aula con usuarios de las redes sociales, todos ellos migrantes digitales, gracias al esfuerzo de un grupo de colaboradores. La participación comprometida de personas con un interés desinteresado y un servicio público es la mejor garantía de que la red sea segura, tanto en las formas cuanto en los contenidos.

La comunidad multiplicada en distintas plataformas da lugar a peculiares juegos de lenguaje. El Barco hace uso de roles ensayados por los social media, el transmedia o el MOOC: dinamizador, procurador de contenidos, facilitadores que ayudan e inician a otros, organizadores de proyectos, los aprendices visibles en cada uno de ellos, aprendices invisibles en las redes, testigos e informantes que cuentan la experiencia propia o ajena.

¿Cómo funcionan las redes?

Cada una de las redes ha dado pie a una posibilidad de socialización virtual-real.

La comunidad de avatares y testimonios en Google + ha servido de escenario a un juego de rol, en el que participan los aprendices mientras asumen la memoria y las emociones de una persona exiliada. Pero también ha permitido que otros miembros de la comunidad compartan creaciones o documentales, gracias a la usabilidad del medio.

La comunidad Twitter ha ido adquiriendo peso a lo largo de los meses, hasta convertirse en una red densa con 700 seguidores, entre ellos muchos especialistas en medios, y una serie continua de interacciones. Ha servido para coordinar a los colaboradores más comprometidos, tanto como para invitar o iniciar a nuevos participantes.

La comunidad de Facebook tropieza con las limitaciones propias de su diseño: un muro demasiado estrecho, una página poco flexible. Aun así, no puede desdeñarse su valor para conectar con 1600 usuarios hasta engendrar casi 150.000 visitas. En la gráfica se manifiesta el impacto de la profesora argentina Aida Beatriz Sánchez, quien ha dinamizado y procurado contenidos a un público latinoamericano.

Educación abierta

El trabajo en red permite la mezcla con otros proyectos, que comparten el interés por abrir el currículo e integrar las inteligencias múltiples en aprendizajes activos. Hemos creado en común con La Tribu del Cine, Queremos Musicarte, Callejeros Literarios, Mail-ART en Salamanca, Un paseo con Machado. La navegación a través de los proyectos muestra que la web es un crisol de oportunidades.

En la mayoría de los proyectos de aula, la técnica de la clase al revés se ha convertido en reflipped learning, el derecho del revés, en la medida que los aprendices asumen roles activos, como creadores de contenidos, mientras que los docentes multiplican sus habilidades como facilitadores. Mejor que producir vídeos académicos, el ideal es que los jóvenes aprendan a editar objetos educativos.

Las producciones de los participantes se convierten en el mejor libro de texto para el año próximo. Basta visitar el Google Site del Barco del Exilio para imaginar su utilidad. No son contenidos reproducibles, sino prácticas probadas. Dadas las dimensiones del proyecto-Barco, estamos hablando de una parte muy relevante del currículo de las ciencias humanas y sociales en cualquier nivel educativo.

El Barco del Exilio 2013 ha culminado en una página visual sobre “El regreso”, en avión y por medio de una agencia pública que garantiza los retornos. Es un derecho y una realidad histórica. El modo en que se han gestado cada uno de los camarotes e itinerarios del Barco permite obtener un panorama mundial del exilio y el regreso de los exiliados, gracias a los contenidos diseñados en proyectos y a las prácticas de los aprendices.

Seis ejemplos de veinte proyectos

Veamos ahora algunos ejemplos.

Dos proyectos en Google Sites, ambos relacionados con la experiencia límite de los campos de concentración. La vida de Iréne Nèmirovsky, poeta judía en permanente exilio, hasta morir en el campo de Auschwitz. Del mismo campo salió milagrosamente vivo el niño Michel del Castillo, autor, entre otras obras, de la novela autobiográfica Tanguy. A través de una vida hemos comprendido las claves de la Historia Mundial.

También los dos siguientes manejan un elenco amplísimo de aplicaciones para integrar textos y emociones. “Mi voz desde el exilio” consiste en un taller de autobiografías ficticias, las cuales se presentan de forma especialmente atractiva con la herramienta Snapshot.

La trama de “Callejeros literarios, amorosos y exiliados” es una combinación de proyectos colaborativos en un currículo integrado: Callejarios, Piénsame el amor y El Barco.

Otros dos proyectos son ejemplos de investigación colaborativa.

“Der Teje a los campos” hila una red de pensamientos visuales en diálogo destacando las conexiones con ayuda de iconos, audiovisuales e imágenes QR.

“Hacia la patria latinoamericana” hace uso de Storify para crear una historia de investigaciones, que contiene dentro de sí las vivencias del exilio y los trayectos de la poesía, el cine o el documental.

El muro abierto

El muro construido por siglos de ladrillos es más endeble de lo que parece. Durante la última década, la eclosión de Espiral, Novadors, EABE, Aulablog, entre otros grupos de innovadores, ya había abierto el agujero por donde ha salido a flote nuestro Barco. Lo hemos presentado en la décima edición de Novadors y está en vuestras manos para que hagamos juntos el viaje durante el próximo curso.