Una carta sobre la educación pública y las pruebas estatales

Una carta sobre la educación pública y las pruebas estatales

Nuestro equipo de colaboradores reconoce que aparecen sensaciones desagradables cuando surge el momento de discutir diferencias en valores educacionales y escogencias (selección). Nuestro compromiso con los niños de nuestra comunidad continúa siendo nuestra prioridad, independiente de la posición de las familias con respecto a los "tests". Este año tendremos alumnos que se presentarán a los "tests" del estado y ellos serán apoyados en todo sentido durante todo el proceso. También tendremos otros alumnos cuyas familias han decidido en contra de hacer los "tests" y ellos también serán totalmente apoyados a través de actividades de aprendizaje adicional y de evaluaciones .

La educación pública es muy importante para nosotros. Como maestros, compartimos un profundo compromiso con la misión de nuestra escuela y hemos escogido la educación pública pues en la misma se encuentran nuestros valores. Los maestros fundadores de nuestra escuela imaginaron una "escuela soñada": una escuela pública para servir los intereses de diversos tipos de alumnos y familias. Nuestra participación en la educación pública está acompañada por responsabilidades y acuerdos implícitos, es decir, un contrato social. Estamos convencidos que toda la sociedad se beneficia cuando los niños tienen acceso a una educación de calidad. También compartimos la esperanza democrática de que los niños que aprenden juntos, más tarde también gobernarán juntos, con más compasión, más cohesión social y con un mayor sentido de responsabilidad cívica.

Desde su creación, la educación pública ha tenido un propósito político. Thomas Jefferson veía a la educación como un cimiento indispensable para la vida democrática. Sin embargo, en la práctica, la educación pública ha sido profundamente no equitativa. Es entendible, por lo tanto, que la "chispa" del moderno movimiento a favor de los derechos civiles llegara en la forma de un desafío legal hacia la equidad educativa. El juez Thurgood Marshall argumentó con suceso que "separados no significa ser iguales", en el caso de Brown contra el Consejo de Educación de Topeka. Si creemos en la educación pública (de Thomas Jefferson a Thurgood Marshall) dos cosas parecen ser necesarias: primero, debemos preservar el carácter público de la educación pública - gobernada democráticamente y al servicio del bien público; y segundo, tenemos que luchar por la equidad (igualdad) en la educación.

En la década pasada una visión alternativa de lo que es la educación pública ha aparecido. Algunos filántropos educativos han aportado miles de millones en una "remodelación" de la educación pública. Los "Common Core Learning Standards" fueron un primer paso importante en esa visión. Bill Gates, cuya fundación tuvo un papel fundamental en el financiamiento de los "Standards", explicó, "Cuando los "tests" se alinean con los "standards" comunes, el "curriculum" (contenido) se alineará también y fomentará el surgimiento de poderosas fuerzas de mercado al servicio de una mejor enseñanza. Por primera vez habrá una amplia base de clientes deseosos de comprar productos que puedan ayudar a cada niño aprender mejor y a cada maestro a enseñar mejor". Estaba citando una estrategia de negocios bien conocida que ya estaba funcionando para productos como el SAT y los exámenes finales del "high school". Cuando se extendió la misma a la educación primaria, dólares aportados por los impuestos fluyeron hacia suministradores particulares que ofrecían "tests", gerenciamiento de datos, mejoras para "hardware" y una cantidad de soluciones de contenidos totalmente enfocados a mejorar los resultados de los "tests".

Los responsables políticos han aceptado las reformas con una lógica muy simple: Los resultados de los "tests" suministran los datos para juzgar el éxito y el fracaso de las escuelas y los suministradores particulares mencionados venden soluciones para mantener altos los resultados de los "tests". Las nuevas reformas promueven la eficiencia del negocio y el "hacer más con menos", lo que ha llevado a los gestores políticos a querer disminuir los presupuestos. La solución para los persistentes "huecos" en los resultados educativos es, entonces, elevar los estandares y los resultados de los "tests", más que luchar por más recursos financieros o para exigir del gobierno implementar acciones para atender las desigualdades de la sociedad.

En esta década de reformas, Earth School ha tenido que soportar fuertes cortes presupuestarios. Hemos perdido un "principal assistant" y un tutor de matemáticas, debimos reducir el equipo de apoyo a una posición solamente parcial y también hemos perdido dos de los cuatro colaboradores de nuestras oficinas. No tenemos presupuesto para Educación Física, Danza ni Música. El presupuesto para educación del estado de este año tiene un valor de 4.4 miles de millones de dólares por debajo del límite constitucional obligatorio para financiamiento educativo equitativo, como ha sido determinado por el fallo del juicio "Campaign for fiscal equity vs. State of New York". En años pasados los maestros de nuestra escuela han temido que el estado de New York incorporaría a un nuevo "principal" (director) para "modificar" nuestra escuela y adaptarla a los resultados de los "tests". Ser una escuela pequeña tiene como consecuencia un número pequeño de alumnos que participan en los "tests", lo cual implica que un solo "test" - inclusive una sola pregunta de uno de ellos - podría tener un importante impacto en los datos de nuestra escuela.

Este hecho, junto con los permanentemente cambiantes formatos de los "tests" y la manipulación de complejas fórmulas de cálculo de resultados hicieron que nuestras evaluaciones fueran altamente irregulares. En un determinado año podríamos estar ubicados en el cuartil más alto de las escuelas, debido a nuestro tamaño, y en otros podríamos estar en las posiciones más bajas.

Los tests estatales son de poco valor educativo para nuestra escuela. Como maestros formados en evaluación educativa, percibimos varios errores fundamentales en la implementación de los "tests":

  • Los maestros no fueron autorizados a diseñar los "tests" de acuerdo con los objetivos de los estudiantes y del contenido.

  • Los "tests" no están individualizados de acuerdo con las habilidades de los alumnos ni de sus objetivos de aprendizaje.

  • Los maestros no están autorizados a ver los "tests" previamente.

  • Los maestros no están autorizados a discutir los "tests" con los alumnos, lo cual permitiría entender la forma de "pensar" de los "tests".

  • Las preguntas de respuestas múltiples limitan la habilidad de los alumnos a responder de forma "pensada" a preguntas de literatura o demostrar de forma razonada la solución de problemas matemáticos.

  • Los "tests" son acumulativos, o sea que cubren un año entero de trabajo en vez de suministrar una información periódica sobre el nivel de instrucción, a medida que el mismo se va desarrollando.

  • Los resultados van de 1 a 4, son publicados en el verano y catalogan a los alumnos, en vez de indicar claramente las fuerzas y debilidades de los mismos.

  • Las preguntas han sido diseñadas y escritas de forma pobre.

  • Los "tests" son redundantes para los maestros que evalúan diariamente a los alumnos y que comunican esa información de manera significativa a los padres.

Los "tests" del estado no tienen valor educativo, su valor es político. Los "tests" son parte de un movimiento de reforma que maneja un sistema cerrado que crea demanda para productos educativos y que motiva a las escuelas a "hacer menos con más". Las reglas de este modelo de negocios son absurdamente simplistas: un resultado positivo del "test" es equivalente a una educación exitosa. Es igualmente simplista para las escuelas que entran en este juego: aumentan los bloques de matemáticas, lectura y escritura, se recorta todo lo demás y se instruye a los alumnos en base a contenidos "empaquetados" o a "software" que fundamentalmente imitan el formato y las expectativas de los "tests" estandarizados.

Cuando los padres de los alumnos de nuestra escuela fueron de los primeros en la ciudad en optar por que sus hijos no hicieran los "tests" del estado, los maestros reconocieron esa acción como una declaración política. Los padres votaron por sus valores e hicieron que esto fuera reconocido. Con ello negaron a los responsables políticos y a los "reformadores de negocios" el reconocimiento a sus "tests", instrumentos obtusos que habían sido usados durante años para disminuir los presupuestos, para cerrar escuelas, para dirigir recursos públicos hacia contratos privados, para desprofesionalizar a los maestros, para tercerizar evaluaciones y para negar a cada niño una educación holística.

Aplaudimos a esos padres por preservar la visión de una "escuela soñada" que enseñará lectura,escritura y matemáticas, pero que también tendrá un importante contenido de estudios sociales en los campos de formación ciudadana, medio ambiente y justicia social, un programa de artes, cocina, educación física, música, danza, "tradiciones anuales", en los cuales los maestros son respetados como líderes decreación de contenidos y de decisiones éticas. Y por preservar un ambiente para el crecimiento social y emocional en el que se asumen las diferencias y en el que las vivencias educacionales de los alumnos no están estandarizadas. Su escogencia (selección) no fue una de conveniencia ni se basó en las aptitudes percibidas de sus hijos. Hicieron esta selección porque querían ser parte de una nueva discusión sobre política educativa, una que lleve de regreso a las raíces de la educación pública: cuál es el propósito de la misma en una sociedad democrática ? Cómo podemos asegurar que todos los niños reciban una educación equitativa?

Como un punto final, estamos bien conscientes de artículos de prensa publicados que muestran los esfuerzos de funcionarios locales y estatales para impedir que los maestros critiquen los "tests" estatales. Al mismo tiempo, el recién electo "Chancellor of the Board of Regents" dijo muy claramente: "Si yo fuera padre de alumnos y no hiciera parte del "Board of Regents", en estos momentos optaría porque mis hijos no participaran en los "tests" ". Sonreímos frente a esta falta de acuerdo entre las filas de los funcionarios locales y estatales mientras, al mismo tiempo, ponemos al duda la sabiduría de un sistema escolar que quitaría poderes a los maestros para discutir los méritos de los mandatos educativos con las familias a quienes sirven.

Muy sinceramente.

El equipo de la Earth School