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 Esto significa el volar para mí... 

    Al final de un día de abundante estrés o después de una semana larga y dura, me dirijo al hangar. Ese hangar se parece a los otros hangares que pudiera tener cualquier aeroclub, pero en Allen, este es especial,  alineado con el quincho y el pañol, en un árido y desértico paisaje bien cuidado y varios gorriones como residentes del lugar. Dentro de este un PA22 Piper Colt LV-ICG “el Colsito” como aprendí a llamarlo cariñosamente, lo acariciaba con mis manos, y agradecía a Dios por darme el regalo de  haberme convertido en Aviador con el, hace algún tiempo,  y la invaluable instrucción y enseñanzas de Abel, “El Turco”, "Santi" y Julio. Es como si un sastre lo hizo para adaptarse a mí perfectamente. Cuando estoy en el interior de la cabina, me siento olvidar mi vida, y por algún tiempo voy a desafiar la gravedad, mi alma se eleva mientras que las preocupaciones del mundo se quedan en el suelo, percibo en realidad lo pequeño de mis problemas, como veo los coches pequeños que viajan por caminos demasiado sutiles, veo las últimas luces de la puesta de sol como pocos tienen el privilegio de ver y disfrutar, en ocasiones vivir un amanecer suspendido frente al sol antes de que alguien lo pueda disfrutar, y también las curvas de oro brillante del río Limay y los canales del valle más allá de la distancia. Después de algún tiempo me dirijo a la cabecera que la manga me indica para enfrentar el viento y la vida nuevamente, y el desembarque de mi traje de metal y tela, transformándome de nuevo en un peatón normal, pero cuando vuelvo a mis luchas y problemas, de alguna manera estos ya no son mas, tan pesados, mi coche encuentra el camino de regreso… mientras sueño con el proyecto del ACJT que se gesta en mi taller y con una próxima vez poder desafiar a  la gravedad y embriagarme en estos placeres de experiencias de mi vida que muchos jamás sentirán.

 Esto es lo que significa el volar para mí...     Jorge O. Treves   -  Diciembre 2011 

                                 Aeropuerto Zapala                         Gracias Abel Azcona!  que aguante conmigo... mi primer maestro del vuelo a motor. Desde acá un sentido GRACIAS por tu  empeño en transformarme en un buen piloto.