Cuando llegue mi hora

Fecha de publicación: Apr 14, 2015 6:17:13 AM

Todos mis amigos de confianza saben los interminables problemas que he tenido con mi puta familia. También es cierto, no voy a negarlo, que en épocas en las que he estado sin trabajo me han ayudado. Por desgracia para ellos, las únicas conclusiones sinceras que he sacado a lo largo de mi vida es que es un gravísimo error volver a su casa y convivir con ellos. Hay muchas formas de echar a un hijo/hermano de casa, y como soy de esos que escucha en silencio, no se deja manipular por nadie y toma sus decisiones de forma completamente independiente, creo que ya las he vivido todas. Digo todas porque si en el futuro la vida vuelve a tratarme mal no voy a volver a cometer ese error que tantas veces he hecho por necesidad, y las consecuencias de ese hecho me van a llevar a una muerte prematura. Muerte con más sentido que mi propia vida porque siendo una buena persona ya no creo que pueda ser completa y sinceramente feliz en esta sociedad de mierda. Estoy completamente solo.

Dicho esto declaro que la única familia que reconozco son mis sobrinos y mis amigos, y en caso de que me pase algo todas mis pertenencias se repartirán entre ellos como mejor les parezca, y no aceptando en ningún caso la intervención de sus padres, tíos/as y abuelos/as (respecto a mis parientes biológicos) para repartirlas y/o heredarlas. Respecto a mi cuerpo, no soy donante de órganos. No deseo que mis órganos se usen para salvar ninguna vida, con las únicas excepciones de si los receptores son cualquiera de mis sobrinos, mis amigos y sus familiares, o cualquier ser humano menor de 25 años que no tenga creencias religiosas radicales ni que imponga o intente imponer las costumbres de su puta religión a los demás. Pienso que hasta esa edad todos podemos dar marcha atrás en los errores que hayamos cometido en la vida, ser buenas personas sinceramente y merecer esa segunda oportunidad que puedan necesitar. Me importa una mierda cómo funcione el sistema médico nacional o internacional, mi cuerpo y mi vida me pertenecen a mí, en vida y muerte.

El día que mis sobrinos lean esto lo más probable es que no entiendan o no acepten lo que aquí cuento por la manipulación de sus padres. No puedo arrepentirme de ninguna de las decisiones que he tomado con mi ex-familia, he estado aplazándolas demasiados años intentando encontrar razones para perdonarles sinceramente y sin rencor. Queda claro que eso tampoco lo puedo hacer y, a estas alturas de mi vida, no pueden hacer nada para corregir todo el mal que me han causado.

Todo lo que hago en mi vida es por el bien y la libertad. Cualquier cosa que vaya en contra de ello me suda la polla.

Firmado: Alejandro Padrino Sanchis.

Fecha y actualización: 15 de Abril de 2015.