Declaracion

Alejandro Padrino

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Declaración

En un mundo lleno de injusticias y dominado por gente que se creen con derecho a decidir sobre la vida del resto de las personas, decidí ponerme a buscar a personas de verdad, personas con valores humanos a quienes de verdad les importa avanzar hacia adelante buscando los derechos humanos, el bien y la justicia. La única verdad es que, como seres humanos, tenemos muchos más derechos que los reconocidos en las Leyes, y muchas menos obligaciones. Yo soy completamente libre dentro de mí. Únicamente acepto las obligaciones que yo mismo me impongo, y las que no puedo evitar por la impotencia que todos tenemos para luchar contra esta sociedad injusta en la que vivimos. Estas últimas obligaciones las iré eliminando de mi vida en la medida de lo posible. Mi objetivo es ser una buena persona, actuar con inteligencia, honestidad y sinceridad, pero ello no quiere decir que tenga que dejarme engañar por los demás. En mi vida no existen obligaciones, Leyes ni religiones, únicamente existen mi razonamiento y mis experiencias. Soy respetuoso con lo que cada persona quiera hacer en su vida, siempre y cuando eso no me cause mal a mí o a mis seres queridos. Pero ese respeto no quiere decir que tenga que aceptar las costumbres de otros. Sé muy bien lo que quiero en mi vida, y también lo que no estoy dispuesto a aceptar. Nadie puede obligarme a hacer algo ni esperar nada de mí, y el que lo intente puede ponerse a rezar a sus Dioses para que le perdonen, puesto que yo no voy a hacerlo a menos que encuentre los motivos suficientes para perdonarle sinceramente. Eso es la Libertad, y para todos los que piensen que es libertinaje les diré que primero tienen que aprender a respetar a los demás, y después deben saber dónde está su sitio. Quizá pienses que si todos siguen mi camino el mundo sería una completo caos. Nadie tiene derecho a esclavizar a otros con sus costumbres, todos somos individuales y diferentes. Las Instituciones Públicas deben estar al servicio de la sociedad, de forma completamente gratuíta para todos, impidiendo que el mal y la avaricia se instalen dentro de ellas, y velando por la seguridad y el bienestar de todos. Vivir de otra forma es quemarse mientras vives. Yo me siento así. Busco mi felicidad intentando conseguir mis objetivos y luchando contra todo lo que me parece injusto, usando los medios que considere necesarios. Creo en una sociedad libre y sin fronteras, donde se trate a las personas por sus cualidades humanas. A fín de cuentas, es lo que somos.

Me doy perfecta cuenta del futuro que me espera en la sociedad actual siendo como soy. No me parece justo vivir de otra forma, y no estoy dispuesto a tragarme la mierda de los demás. Tampoco estoy dispuesto a ganarme la vida aprovechándome de los demás. Seguiré esperando a que llegue el momento en que las personas se preocupen por los derechos humanos, y si no llega ese día y tengo que pagar las consecuencias de vivir como he decidido hacerlo, moriré libre, aunque no sea ese mi deseo, y feliz de no formar parte de este mundo indeseable.

En una sociedad al servicio de los mercados siempre acabarán recortándose los derechos y libertades en contra del bienestar social. Puedes luchar contra ello, poner las respectivas denuncias, pagar el coste de esos servicios, y esperar el tiempo necesario para la resolución de cada juicio en particular, deseando que tus problemas se resuelvan justamente. Yo no sé cuánto tiempo va a durar mi vida, la tuya, o la de cualquier otra persona. Lo que sí sé es que denunciar injusticias con Leyes injustas es perder el tiempo y, en consecuencia, perder tu propia felicidad y ser un esclavo. Averiguar la verdad también puede llevar mucho tiempo, pero con unas Leyes completamente justas llevaría mucho menos tiempo conseguirlo y nadie se plantearía causar mal a otros para su propio beneficio. Tienes derecho a vivir independiente y feliz, sin tener que endeudarte con nadie para poder hacerlo.

Dicho esto, y puesto que no parece esperarme un buen futuro en la tierra que me vió nacer, deseo obtener la doble nacionalidad en cualquier país del mundo donde pongan los medios necesarios para respetar los verdaderos derechos humanos. No creo que exista ningún lugar así en este planeta, pero en caso de existir intentaré viajar y establecerme allí lo antes posible para conseguir la felicidad que siempre he necesitado, una felicidad que me niegan tener en mi propio país.

26 de Octubre de 2011.