MEDIACIÓN FAMILIAR

La psicóloga Úrsula María Moreno Valle está inscrita en el Registro de Mediadores Familiares del Ministerio de Justicia. La mediación es un método de resolución de conflictos que trata de mejorar las relaciones entre las personas implicadas, a través de una tercera parte imparcial y objetiva (el mediador), que ayuda a que ambas partes de un conflicto se comuniquen y traten de alcanzar (si es posible) un acuerdo común.

Los conflictos entre las personas pueden surgir por motivo de religión, cultura, valores y género, independientemente de la clase social a la que pertenezcan.

Una forma alternativa de resolución de conflictos cada vez con más auge en España y muchos países es la Mediación Familiar, no es una negociación, es un proceso flexible que permite ayudar a las personas a resolver sus conflictos a través de una serie de técnicas y con unos profesionales cualificados que son los mediadores.

El mediador no toma decisiones por las partes, lo que intenta es facilitar la comunicación entre ellas, ayudándoles a que puedan dialogar de forma adecuada, es decir, construir una comunicación nueva de entendimiento y equilibrio entre las personas en desacuerdo. El mediador no tienen ningún poder para imponer una solución a los protagonistas, que son los que realmente deciden, con lo cual, el mediador únicamente controla el proceso y ayuda a las partes a indentificar y satisfacer sus intereses.

Este método de resolución de conflictos trata de mejorar las relaciones entre las parte implicadas. El propósito no es determinar quién está en lo correcto, sino ayudar a solucionar el conflicto, dando la oportunidad y el protagonistmo a las partes para resolver su conflicto, con el objetivo no sólo de llegar a un acuerdo, sino cómo se ha llegado a un acuerdo gusto en los que nadie pierde, sino ambas partes ganan.

La mediación supone:

  • Un intento de ayudar a que la persona hable de un modo diferente

  • Con la intención de que amplíe su percepción del problema/conflicto

  • Pueda entender cómo afecta el problema a la otra persona, cómo se siente

  • En caso de que sea poisble, que lleguen a acuerdos de solución.

Permite una gran flexibilidad a las partes para llegar a acuerdos, siendo posible buscar soluciones específicas a cada caso concreto, atendiendo a las especiales características de cada situación familiar o de pareja.

El acuerdo al que se haya llegado a través de la Mediación Familiar, se puede transformar en un Convenio Regulador llevándolo ante el juez (a través de su Abogado) para que lo ratifique, alcanzando el mismo valor que sentencias por escrito y tienen el mismo valor entre las partes que cualquier contrato.

En la mediación se pueden valorar y gestionar asuntos que habitualmente no se resuelven en otros ámbitos, como el judicial.

La mediación en sí no es una terapia, pero no cabe duda de que tiene un enorme efecto terapéutico, pues está enfocada en el equilibrio de las relaciones, dado que en ella se abordan y se negocian aquellos aspectos de la relación que parecen estar estancados, producen sufrimiento y que impiden pasar página.

Soy miembro de FIMEP como mediadora familiar profesional.