Reflexión

Durante muchos años, las personas con discapacidad quedaban recluidas en su casa, eran ingresadas en instituciones especiales o se las aislaba de otras formas. Cuando finalmente se les ofrecían oportunidades de asistir a la escuela o a programas de formación, los cursos estaban a menudo separados de aquellos disponibles para las personas sin discapacidad y, como se sabe, se limitaban a trabajos y formaciones basadas en estereotipos sobre lo que eran capaces de hacer las personas con discapacidad, como la reparación de relojes (para personas en sillas de ruedas), el masaje y el trenzado de hilos para las personas invidentes. Las opiniones negativas eran las que fundamentaban tal exclusión, aislamiento y separación.

La discapacidad era considerada:

- una maldición

- una enfermedad que podía ser contagiosa

- un castigo para uno de los padres de la persona en cuestión por actos cometidos en

esta vida o una anterior

- un problema de salud que debía ser tratado por profesionales de la medicina y otros

especialistas

- algo que podía ser molesto para las personas sin discapacidad.

Según fueron evolucionando los derechos humanos, surgió un modelo social de discapacidad, que considera que la sociedad pone barreras que impiden a las personas con discapacidad participar plenamente en sus comunidades y sus economías. La sociedad tiene la obligación de eliminar dichas barreras y las personas con discapacidad han de desempeñar un papel primordial en dicha eliminación.

Eliminar barreras puede implicar tomar medidas para que el entorno sea accesible, que la información esté disponible, que exista legislación y políticas sobre la inclusión y que se realicen esfuerzos para cambiar las actitudes sobre las personas con discapacidad.

Entonces se reconoce que:

- una discapacidad puede afectarle a cualquiera en algún momento de su vida

- la discapacidad es ley de vida, es algo que puede producirse naturalmente

- la discapacidad puede ser temporal o permanente

- una persona con discapacidad puede participar en una actividad o contribuir a

ella cuando se eliminan barreras a la participación de la persona en cuestión

- las barreras pueden ser y deberían ser eliminadas o superadas: la plena

participación es un derecho.