Sean pescadores de hombres

  • Sean Pescadores de Hombres...Ustedes los pescan y El los limpiará.
  • El mucho arrodillarte te ayudará a pararte.
  • No pongas un signo de interrogación adonde Dios ha puesto un punto final.
  • No esperes para que seis hombres fuertes te lleven a la iglesia.
  • Haz ejercicio diario. Camina con El Señor.
  • Dios no llama los preparados, prepara a los llamados.
  • Dios promete un aterrizaje seguro, no un viaje tranquilo.
  • El que te enoja te controla.
  • El que es bueno para hacer excusas casi nunca vale para nada mas.
  • El que se arrodilla delante de Dios puede pararse delante de cualquiera.
  • La mayoría de las personas quieren servir a Dios, pero solo como sus consejeros.
  • Nunca deje que se suba el diablo. Siempre querrá manejar.
  • No hay nada que dañe la verdad tanto como el estirarla.
  • Planifica de antemano. Todavía no llovía cuando Noé construyó el arca.
  • Oración-No le des a Dios las instrucciones-solo repórtate!
  • La voluntad de Dios nunca te llevará adonde la gracia de Dios no te pueda proteger.
  • El estar casi salvo es estar totalmente perdido.
  • Mira cuidadosamente tus pisadas al caminar. Todos te están mirando de todos modos!
  • No podemos cambiar el mensaje, el mensaje nos cambia a nosotros.
  • Nosotros zarpamos; Dios crea el viento.
  • Somos demasiado bendecidos para estar deprimidos.
  • La Sabiduría tiene dos partes: Teniendo mucho que decir. El no decirlo.
  • La preocupación es el cuarto oscuro adonde se desarrolla los "negativos."

Sean pescadores de hombres... Ustedes los pescan y Él los limpiará.

El mucho arrodillarte te ayudará a levantarte.

No pongas un signo de interrogación donde Dios ha puesto un punto y final.

Haz ejercicio diario... Camina con el Señor.

Dios no llama a los preparados, Él prepara a los llamados.

Dios promete un aterrizaje seguro, no un viaje tranquilo.

El que te enoja te controla.

Puedes seguirnos en Facebook para estar al tanto de las actividades que realizará Jornadas a Nivel Arquidiócesano.

"Mira que estoy a la puerta y llamo;

si alguno oye mi voz y me abre la puerta,

entraré a su casa y cenaré con él y él conmigo" Apoc. 3, 20