En la mesa pongo el mundo entero, ordeno y desordeno los objetos hasta que hablan por sí solos.
para plasmar pensamientos, emociones y realidades
que conviven en nuestro mundo interior paralelamente a la realidad cotidiana.
rapsodia constata la imposibilidad de abarcar ninguna certeza.
Fragmentos, retazos, visiones... todo ello desde una mirada consternada,
a veces dolorosa, a menudo fascinada y la mayor parte de las veces irónica.
¿donde meter los cabos sin atar?
¿ensayos inacabados?
¿piezas por determinar?