IES María Pacheco

Este año 2021, desde el Departamento de Geografía e Historia, y en conexión con otros departamentos del instituto, nos hemos querido acordar del quinto centenario de una rebelión, que puso a Toledo en todos los libros de Historia, y que fue protagonizada por una mujer.

No podríamos empezar mejor esta serie de “Mujeres que hicieron Historia” (Proyecto de Patrimonio 2020/21, contenidos en la página web/Sección Patrimonio del IES María Pacheco), que con Dña. María Pacheco de Mendoza, la séptima hija de Iñigo López de Mendoza. “Ella es una de esas escasísimas féminas sin sangre real, que tradicionalmente han aparecido en los hipermasculinizados libros de texto de Historia[1]”. Y es que esta mujer, rompe con el arquetipo de mujer cristiana y piadosa de su época, de ahí que – como veremos – Guevara se cebara con ella (la tilda de “sabia, brava, revoltosa y atrevida…”, cualidades que no serían del todo malas en un varón, pero no tanto en una mujer del s. XVI, según el franciscano).

En definitiva, su imagen está llena de epítetos y tópicos, que los cronistas cercanos al poder fomentaron, al igual que la literatura y el cine (https://www.rtve.es/alacarta/videos/historia-de-nuestro-cine/historia-nuestro-cine-leona-castilla-presentacion/4485826/)[2].

A todo esto habría que sumar, no solo su condición femenina, sino su pertenencia a la más alta nobleza. Los Mendoza eran una de las familias castellanas más ricas y poderosas de su tiempo. No en vano, el cardenal Pedro González de Mendoza, era llamado “el tercer rey de España”, durante el reinado de los Reyes Católicos.


[1] Martínez Gil, 2005: 14.[2] En este sentido, destacamos la película La Leona de Castilla (1951). Dirigida por Juan de Orduña.
La Alhambra de Granada vista desde el Albaicín.

Pero ¿quién era en realidad María Pacheco? María se crió en uno de los sitios más maravillosos del mundo, el palacio de la Alhambra de Granada, jugando en sus jardines, junto al rumor del agua, correteando por el Patio de los Arrayanes y el de Los Leones, durante su niñez. Esto se debía a que su padre había sido nombrado virrey y capitán general del reino de Granada, por los Reyes Católicos, desde 1492.

La joven, recibió una educación humanística muy rica con clases de griego y latín, matemáticas… y especialmente poesía, donde destacaba. Su padre concertó su matrimonio, a la edad de quince años, con Juan de Padilla, un hidalgo toledano, que no pertenecía a los grandes de España. Pero María tuvo fortuna en el amor, su matrimonio acabó convirtiéndose en su refugio.

María se traslada con su marido a “la muy noble y leal” ciudad de Toledo, que contaría con unos 30.000 habitantes, esto coincide con la llegada de un nuevo monarca Carlos I (1517-1556), que con el tiempo se convertirá en Carlos V, el Emperador (1530). El rey no sabe castellano, aumenta los impuestos de Castilla, y por si esto fuera poco, nombra consejeros flamencos en los principales cargos de la administración. Un magnífico ejemplo, que abochornó a muchos toledanos, fue el nombramiento del sobrino de Guillermo de Croy – con apenas 20 años – arzobispo de Toledo.


Retrato de Carlos V, recién llegado a España, con apenas 17 años.



Todo este malestar se refleja en el movimiento de los Comuneros de Castilla (1520-1522), en el que determinados miembros de la baja nobleza de las ciudades, lideran un movimiento de oposición a Carlos I y a sus consejeros flamencos. Los comuneros trataron de legitimar su rebelión, de hecho, pretendieron contar con el visto bueno de la antigua reina Juana I de Castilla, que se encontraba en Tordesillas, pero los comuneros no consiguen su adhesión.




Juana I de Castilla.

Tras la derrota de las Comunidades en la batalla de Villalar, Valladolid (23 de abril de 1521), Juan de Padilla, junto a otros cabecillas como Juan Bravo y Francisco Maldonado, es ajusticiado (es el conocido cuadro de Gisbert, 1860).

María se convierte en la líder de los comuneros en Toledo, la ciudad resiste agónicamente el asedio del Prior de San Juan que combate para el rey, hasta tal punto, que la viuda de Padilla tiene que recurrir a las joyas de plata del sagrario de la catedral para continuar con la revuelta, e incluso apuntar desde el Alcázar hacia algunos lugares de la propia ciudad, para evitar intentos de rendición. Finalmente, se llegó al armisticio de la Sisla, el 25 de octubre de 1521, aunque las hostilidades se retomaron el 3 de febrero de 1522.


En la época, los cronistas – especialmente fray Antonio de Guevara – tiñeron sobre esta mujer una leyenda negra e hicieron de ella una contrafigura de la ensalzada Isabel la Católica[3], la llamaron: “loca, ambiciosa, hechicera… mujer que dominaba a su marido (marido de su marido, como llegó a afirmar el humanista Pedro Mártir de Anglería)”.


[3] Martínez Gil, 2005: 19.


Cuadro de A. Gisbert. La Ejecución de los comuneros (1860). Palacio de las Cortes-Congreso de los Diputados, Madrid. Vemos como Padilla guarda su turno.

En esos primeros días de febrero de 1522, las tropas realistas toman finalmente Toledo, María, ayudada por su hermana – María de Mendoza –, consigue escapar vestida de campesina, morirá en el exilio portugués: primero vive en Braga, y poco después en Oporto.

En mayo de 1531, con tan solo 35 años murió, “de fuertes dolores en el costado”, al parecer tuvo problemas de salud a lo largo de toda su vida[4], siendo enterrada en la catedral de Oporto. En su testamento, dejó escrito que sus huesos fueran trasladados a la localidad de Villalar, para que descansasen junto a los de su marido, pero Carlos V, nunca dio el visto bueno a aquella petición.

Es más, su casa toledana, ubicada en la actual Plaza de Padilla, fue demolida hasta sus cimientos y sembrada de sal, como hacían los romanos con los pueblos que ofrecían resistencia[5], no en vano, esto fue mandado por un Emperador.

[4] Pedro de Alcocer, supuesto criado de la familia Padilla, nos transmite esta información.[5] Martínez Gil, 2005: 10. Esto nos recuerda la conocida frase de Catón el Viejo: “delenda est Carthago”.


Ruta comunera por el Toledo de María Pacheco. Fuente: La comunera. María Pacheco, una mujer rebelde, 2003.
Departamento de Geografía e Historia (Ciencias Sociales). IES María Pacheco.

Para saber más…BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA.-

- Guevara, A. de (1950-52): Libro primero de las Epístolas Familiares, ed. de J. M. Cossío, Madrid, Aldus, 2 vols.

- Martínez de Lezea, T. (2003): La comunera. María Pacheco, una mujer rebelde, Maeva.

- Martínez, F. (1993): La ciudad inquieta. Toledo comunera, Toledo, Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos.

- Martínez, F. (2005): Historia de doña María Pacheco (1497-1531). La mujer valerosa. Alamud, ediciones Castilla-La Mancha, Ciudad Real.

- Pérez, J. (1970): La Révolution des Comunidades de Castille (1520-1521), Bordeaux, Féret.

https://sites.google.com/site/patrimoniomariapacheco/ (Proyecto de Patrimonio IES María Pacheco (Toledo): Biografía de María Pacheco: 1496-1531).

- https://www.rtve.es/alacarta/videos/mujeres-en-la-historia/mujeres-historia-maria-pacheco-mujer-movimiento-comunero/816968/

https://cadenaser.com/programa/2020/12/24/ser_historia/1608797654_223398.html (Programa SERHISTORIA 03/01/2021).