El razonamiento verbal y numérico

Razonamiento en contexto verbal

En su forma general, el razonamiento verbal involucra la habilidad para analizar y evaluar material escrito y razonar con la información obtenida, como por ejemplo, analizar relaciones entre partes componentes de oraciones o reconocer relaciones entre palabras y conceptos .

El razonamiento verbal supone el desarrollo de habilidades en distintos planos y niveles: el razonamiento verbal propiamente dicho, el razonamiento lógico y el razonamiento no verbal. Estas relaciones pueden comprenderse mejor a través de la siguiente figura:

Así, este tipo de ejercicios evalúan la comprensión verbal (de lectura), nuestra habilidad para establecer relaciones entre palabras, la capacidad para entender el sentido y el significado de ciertas frases, el razonamiento analógico, entre otros. A estos ejercicios los denominaremos problemas en contexto verbal.

En el caso de las Pruebas de Aptitud Académica, el razonamiento verbal comprende una colección de diversos formatos de ejercicios, algunos de los cuales también se consideran como ejercicios de razonamiento lógico. Podemos dividirlos en tres tipos principales de ejercicios: analogías, completar oraciones y comprensión de lectura. Un cuarto tipo de problemas – propiamente los ejercicios de razonamiento lógico – pueden clasificarse como “inferencias lógicas” (las cuales incluyen, por ejemplo, silogismos).

Razonamiento en contexto numérico

El razonamiento numérico es la habilidad de comprender y aplicar información obtenida en tablas, figuras, gráficos, cuadros y números. Se trata de una habilidad de pensamiento de nivel superior y va más allá de las habilidades numéricas básicas tales como la suma, la resta, la multiplicación y la división. Para este tipo de razonamiento requieres interpretar datos y ser capaz de utilizar esos datos para solucionar varios problemas. El tipo de razonamiento y las áreas involucradas puedes analizarlas en la siguiente figura:

Las habilidades de razonamiento numérico están estrechamente relacionadas con la matemática, la lógica, el razonamiento deductivo e inductivo. El razonamiento inductivo, por ejemplo, es la habilidad para buscar un patrón o una tendencia y generalizarla. Cuando generalizas y extrapolas la información, no sabes con seguridad si la tendencia continuará, pero puedes asumir que lo hará.

Debes recordar que no necesitas conocimientos avanzados de matemáticas para obtener buenos resultados en estos ejercicios, ya que básicamente estos miden tus habilidades de razonamiento, no tu conocimiento matemático. Por eso, no se trata de conocimientos avanzados, sino de herramientas que hemos ido aprendiendo desde la escuela.