Artículo Original

Prevalencia de coccidios y microsporidios intestinales en una comunidad indígena del estado Zulia, Venezuela

Prevalence of Intestinal Coccidia and Microsporidia in an Indigenous Community, State of Zulia, Venezuela

Rivero, Zulbey(1*); Bracho, Angela(1); Huerta, Karen(1); González, Jorelys(2); Uribe, Ismael(2)

(1)Docentes de Práctica Profesional de Parasitología, Escuela de Bioanálisis, Universidad del Zulia. (2)Licenciados en Bioanálisis.

*Autor de Correspondencia; Zulbey Rivero. e-mail: zulbeyrivero@gmail.com

Recibido: 16-09-13 / Aceptado: 17-11-13

Resumen

Con la finalidad de determinar la prevalencia de coccidios y microsporidios intestinales, se estudiaron las muestras fecales de individuos de una comunidad indígena de la Sierra de Perijá, Estado Zulia, Venezuela. Para ello, se recolectaron 172 muestras fecales de personas de ambos géneros, con edades comprendidas entre 1 mes y 86 años, a las cuales se les realizaron examen macroscópico y microscópico con solución salina fisiológica, lugol y concentración por formol-éter; del total de muestras solo 145 fueron sometidas a las coloraciones de Kinyoun y Gram-Cromotropo. Dentro de las especies encontradas, se identificó en 3 individuos (2,07%) Cystoisospora belli, Cryptosporidium spp. en 2 (1,38%), Cyclospora cayetanensis en 1 (0,69%) y esporas de Microsporidios en 5 personas (3,45%). La mayoría de los infectados con coccidios y microsporidios intestinales (9/11) presentó asociaciones con otras especies parasitarias, principalmente protozoarios. Un alto porcentaje (54,54%) de los portadores de coccidios y microsporidios, presentó muestras de consistencia diarreica o liquida con moco; tratándose además de personas incluidas en grupos de riesgo (niños y ancianos). Se resalta la necesidad de efectuar el diagnóstico mediante coloraciones especiales para coccidios y microsporidios intestinales, aún en individuos inmunocompetentes y de bajo riesgo, como los indígenas estudiados.

Palabras clave: Coccidios, Microsporidios, Indígenas.

Abstract

In order to determine the prevalence of intestinal coccidia and microsporidia, fecal samples from individuals of an indigenous community in Perijá, State of Zulia, Venezuela, were studied. One-hundred seventy-two (172) fecal samples from people of both genders between 1 month and 86 years of age were subjected to macroscopic and microscopic examination with physiological saline, Lugol and formalin-ether concentration. Only 145 underwent Kinyoun and gram-chromotrope stains. The following species were identified: Cystoisospora belli in 3 individuals (2.07%); Cryptosporidium spp. in 2 cases (1.38%); Cyclospora cayetanensis in 1 case (0.69%); and microsporidia spores in 5 people (3.45%). Most of those infected with coccidia and intestinal microsporidia (9/11) had associations with other parasitic species, mainly protozoa. A high percentage (54.54%) of the coccidian and microsporidia carriers provided samples of diarrheal and liquid consistency with mucus and were persons included in risk groups (children and elderly). Results emphasize the need for diagnosis by special stains for intestinal coccidia and microsporidia, even in immunocompetent and low-risk individuals, such as the indigenous studied.

Keywords: Coccidia, microsporidia, indigenous.

Introducción

Los coccidios y Microsporidios intestinales son microorganismos intracelulares obligados causantes de diarreas en humanos, considerados parásitos entéricos emergentes y remergentes tanto en individuos inmunodeficientes como inmunocompetentes (1,2). Dentro del término coccidios intestinales se incluyen tres géneros que pueden parasitar al humano: Cryptosporidium, Cystoisospora y Cyclospora. El hombre puede ser parasitado por varias especies de Cryptosporidium, mientras que, hasta la fecha, Cystoisospora belli y Cyclospora cayetanensis son las únicas especies de dichos géneros, diagnósticadas en humanos. Los coccidios producen manifestaciones clínicas que varían desde infecciones asintomáticas hasta diarrea aguda autolimitada en individuos inmunocompetentes; mientras que en personas inmunocomprometidas producen diarreas prolongadas o crónicas graves (3,4). C. belli además puede producir un síndrome de mala absorción con epigastralgia y lo más representativo de este coccidio es que es la única de estas infecciones que evoluciona con eosinofília (5) y con la presencia de cristales de Charcot Leyden en las heces (3).

La característica común de las infecciones por los coccidios intestinales es la presencia de ooquistes como forma infectante en las heces, que son el resultado del ciclo de reproducción que ocurre en el intestino delgado del hospedador; además, estos ooquistes también constituyen la base del diagnóstico de laboratorio (6). El diagnóstico de la criptosporidiosis, ciclosporiasis y cystoisosporiasis se basa en la búsqueda de los ooquistes en las muestras fecales, los cuales requieren ser medidos diferencialmente y una coloración permanente para su identificación específica, siendo Ziehl-Neelsen modificada o Kinyoun, uno de los métodos más empleados, donde se identifican los ooquistes como estructuras ácido-alcohol resistentes (1).

Los Microsporidios fueron identificados originalmente como protistas, sin embargo, estudios genéticos y estructurales han permitido reclasificarlos como hongos (fungi) pertenecientes al phylum Microsporidia; son más de 1.200 especies donde al menos 14, pueden infectar humanos (7). Enterocytozoon bieneusi y Encephalitozoon intestinalis son las especies de Microsporidios que con mayor frecuencia causan infección intestinal en el humano, la cual se manifiesta con diarrea acuosa, mala absorción, dolor abdominal, pérdida de peso y náuseas (8).

Investigaciones previas realizadas por Abreu y cols. en el año 2005 (9), demuestran que los Microsporidios han sido reconocidos como patógenos oportunistas en pacientes inmunocomprometidos, principalmente pacientes VIH-SIDA; pero que también se está haciendo cada vez más frecuente su hallazgo en individuos inmunocompetentes. La especie más común en los cinco contenientes es E. bieneusi, de la cual se han reportado casos de infección en individuos con SIDA del 5 al 50% de prevalencia (8).

Las esporas de Microsporidia o estadios infectantes al salir del organismo humano, pueden vivir fuera del hospedero por largo tiempo y debido a su tamaño pequeño y pared celular quitinosa, persisten en fuentes de agua y sobreviven a condiciones ambientales adversas, por lo que la exposición a estas esporas podría ser bastante común (10). Los exámenes coproparasitológicos directos no son útiles para el diagnóstico, para ello son necesarias pruebas fluorescentes con fluorocromos como el uvitex o el blanco de calcoflúor (11) y más recientemente, la coloración de Gram Cromotropo rápido o quick-hot Gram (12), con resultados comparables en cuanto a sensibilidad, especificidad y valores predictivos entre estas diferentes pruebas, las cuales son muy útiles en el diagnóstico inicial de la microsporidiosis intestinal. Sin embargo, es importante resaltar que las pruebas por tinción son incapaces de realizar la diferenciación de especies, la cual sólo es posible mediante la microscopía electrónica, la inmunofluorescencia con anticuerpos monoclonales o la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) (13).

Poco se conoce sobre la prevalencia de los coccidios y microsporidios intestinales en personas inmunocompetentes y principalmente en indígenas que viven en áreas rurales, ya que la mayoría de las investigaciones de estas infecciones se han realizado en individuos VIH-SIDA (3,8,10), por lo que surgió la necesidad del presente estudio, cuyo objetivo principal fue determinar la prevalencia de estos microorganismos en individuos de una comunidad indígena ubicada en el Municipio Machiques de Perijá, en el estado Zulia, Venezuela.

Material y Método

Características de la comunidad en estudio. La comunidad de Sherepta es una población rural, donde viven individuos de la etnia Yukpa; ubicada en el Municipio Machiques de Perijá, Parroquia Libertad, en el Estado Zulia, aproximadamente a 350 metros sobre el nivel del mar. La población en estudio es una comunidad relativamente nueva ya que solo tiene diez años de creada, conformada por aproximadamente 230 individuos, según información suministrada por los líderes comunitarios al momento del estudio.

La mayoría de las viviendas, son de madera, palma o barro, con techos de zinc, pisos de tierra, sin sitios destinados para el aseo personal, reciben agua por tuberías de algunos ríos cercanos, más sin tratamiento alguno y cuentan con electricidad. Existen casas en donde se imparte la educación básica, es decir, de primero a sexto grado. El acceso a la comunidad Sherepta se hace a través de una carretera no pavimentada, con una distancia de 2 horas en vehículo rustico desde Machiques. Entre las actividades económicas que se realizan en dicha comunidad, se encuentra el conuco (para el sustento económico de la familia) con cultivos de maíz, café, caraota, yuca, malanga, plátano, topochos, entre otros. Las tierras son muy fértiles y poseen las condiciones de humedad, temperatura y abono recomendables para la siembra.

Con la ayuda de traductores y líderes de la comunidad y previo consentimiento de cada individuo, le fueron suministradas todas las recomendaciones para la correcta recolección de la muestra fecal a todos los individuos participantes en la jornada médica efectuada en Junio 2008. A cada uno de ellos le fue entregado un envase recolector plástico, grande, limpio y seco. Los envases estaban rotulados con sus datos personales: nombre y apellido, número del individuo y número de la casa. La muestra estuvo conformada por 172 individuos (75% de la población), quienes aportaron su muestra fecal durante las jornadas médicas.

Diagnóstico de Laboratorio. Para el diagnóstico parasitológico inicial las 172 muestras fueron procesadas en el mismo sitio de su recolección, en una vivienda habilitada para tal fin, realizándose allí el examen macroscópico y microscópico de las heces. De ellas, solo 145 muestras presentaron cantidad suficiente para ser preservada con formol-salino al 7% y ser trasladadas hasta el laboratorio de Parasitología “Lic. Regino Arapé García” de la Escuela de Bioanálisis, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia; donde se realizó el método de concentración de Formol-éter. Previa ejecución del mismo, se tomaron 20µl de la suspensión para preparar un frótis muy fino en lámina portaobjeto; dejándose secar al aire y realizar posteriormente la coloración permanente Gram-Cromotropo (14), esto con la finalidad de identificar las esporas de Microsporidios. Del sedimento del concentrado se realizó un frotis coloreado con Kinyoun (12), para la detección de coccidios intestinales; efectuándose medición con micrómetro ocular para distinguir entre los ooquistes de Cryptosporidium spp. y C. cayetanensis. Todas las láminas de ambas coloraciones, fueron examinadas bajo un microscopio de luz con aceite de inmersión en aumento de 100X durante al menos 15 minutos, antes de ser considerada como negativa.

Análisis de los datos. Para la presentación de los resultados obtenidos se elaboraron tablas, que determinan mediante números y porcentajes, la prevalencia general de coccidios y microsporidios intestinales encontrados en los individuos de la comunidad, así como otras variables de interés en la investigación.

Resultados

Se recolectaron 172 muestras de heces, correspondientes a individuos con edades comprendidas entre 1 mes y 86 años, de ambos géneros, participando 91 personas del género femenino y 81 del masculino.

Del total de individuos estudiados, 147 (85,47%), presentaron alguna especie parasitaria mediante el examen directo y/o de concentración. En base a los resultados de las coloraciones el 4,13% (6/145) presentó en sus muestras alguna especie de coccidio intestinal; siendo el más frecuente de ellos C. belli con 3 casos, mientras que un 3,45% (5/145) de los individuos evidenciaron esporas de Microsporidios en sus heces, tal como puede apreciarse en la Tabla 1.

La Tabla 2 muestra las especies parasitarias asociadas en los pacientes con coccidios y microsporidios intestinales, donde se puede apreciar que en 9 individuos de los 11 infectados (81,81%), se encontraron varias especies parasitarias en la misma muestra, principalmente protozoarios; donde prevaleció la asociación con Blastocystis spp. Las infecciones mixtas incluyeron hasta 8 especies en un mismo individuo.

Al evaluar las características de las muestras fecales de los individuos parasitados por coccidios y microsporidios intestinales, se pudo detectar que 5 de ellas eran diarreicas y 1 liquida. El único elemento macroscópico frecuente en las muestras positivas (5/11) fue el moco, pues no se detectó pus ni sangre. La mayoría de los individuos portadores de estos parásitos eran del sexo masculino (8/11) y menores de edad (8/11), como puede observarse en la Tabla 3.

Discusión

El porcentaje de coccidios intestinales encontrado (4,13%) es relativamente bajo si se compara con otros estudios realizados a nivel regional, nacional e internacional en indígenas o individuos aparentemente sanos (15-19). Cuando se trabaja exclusivamente en pacientes con diarrea, obviamente la prevalencia puede llegar a ser mayor, igual situación suele observarse al trabajar con grupos de riesgo reconocidos, es decir, individuos inmunosuprimidos, inmunodeficiente, niños y/o ancianos.

El coccidio más frecuente fue Cystoisospora belli con 2,07% (3/145) de prevalencia, seguido de Cryptosporidium spp. con 1,38% (2/145) y Cyclospora cayetanesis con un 0,69% (1/145); contrario a los resultados obtenidos en un estudio efectuado en indígenas del estado Bolívar (15), donde se refiere el predominio de C. cayetanensis (11,9%) y difiere a su vez de los resultados referidos por Chacín-Bonilla (17) en indígenas Barí, que señala a Cryptosporidium parvum (8,8%) como el más prevalente de los coccidios intestinales. La cifra de casos de cystoisosporiasis detectada es importante, si lo comparamos con resultados de diversas investigaciones realizadas en pacientes VIH/SIDA, donde refieren valores que fluctúan entre 0,2 y 6% en Norteamerica, 1,5 y 15% en países centroamericanos y 1,8 y 32,2% para Sudamerica (3).

Las fuentes y modos de transmisión de las coccidiosis en la comunidad no fueron estudiadas en detalle. Diversos mecanismos de transmisión en el área podrían estar implicados, como la zoonótica para Cryptosporidium spp., la hídrica y el consumo de vegetales para C. belli y C. cayetanensis. Esto es factible ya que los animales se pasean libremente por toda la comunidad, inclusive dentro de las viviendas y el agua que es suministrada por tuberías de algunos ríos cercanos no es tratada ni por filtración ni por sustancias químicas.

Considerando que los ooquistes de C. belli esporulan en el medio ambiente cuando existen las condiciones ambientales apropiadas, se pudo apreciar que en la comunidad de Sherepta existe la temperatura y humedad requeridas para esta maduración; pero además la población carece del conocimiento y no cumple con las medidas higiénico-sanitarias necesarias para interrumpir el ciclo biológico de transmisión de este parásito. Estos indígenas, tanto adultos como niños, defecan en el suelo y no acostumbran hervir el agua de consumo, ni lavar sus vegetales, por lo que aumentan el riesgo de adquirir infecciones de transmisión fecal-oral.

Con respecto al grupo etario de riesgo en relación a la infección por Cryptosporidiums pp., los resultados se corresponden a lo que se ha referido reiteradamente en la literatura (4,20), donde la mayor frecuencia para esta parasitosis ocurre en los niños pequeños y lactantes. Los dos casos encontrados se observaron en una niña de 5 años y un niño de 2 años; aunque este resultado puede no ser representativo por el pequeño tamaño del número de individuos infectados. Un estudio realizado en los indígenas Bari de la Sierra de Perijá (17), refiere un predominio de Cryptosporidium parvum, sin diferencia estadísticamente significativa relacionada a la edad o al género de los individuos infectados.

A pesar del mayor tamaño de los ooquistes de C. belli: 25x10 micras (21) en comparación a los ooquistes de los otros coccidios intestinales, lo que debería permitir su fácil diagnóstico mediante el examen al fresco; todos los casos de cystoisosporiasis detectados, fueron diagnosticados en la coloración de Kinyoun. En este caso cabe la posibilidad de un aumento en la sensibilidad para el diagnóstico de C. belli debido al procedimiento utilizado; ya que para la coloración de Kinyoun, se utilizó el sedimento de los concentrados y esto explicaría el aumento en la posibilidad de hallazgo del parásito en comparación con las preparaciones al fresco. Una situación similar a la explicada anteriormente, ha sido referida por Rivero y cols. (22) al evaluar la frecuencia de C. belli en pacientes VIH positivos de Maracaibo.

En esta investigación, sólo se detectaron 5 casos (3,45%) de microsporidiosis en los individuos evaluados. Este porcentaje es similar al referido en un estudio realiza- do en pacientes inmunocompetentes en Tenerife, España (9), donde se señala un 3,85% de prevalencia en muestras de heces; sin embargo, otros autores señalan cifras superiores. Samie y cols. (23) al evaluar individuos HIV negativos en Vhembe, Sudafrica señalan un 23,2% de prevalencia.

No existen referencias a nivel regional, ni nacional sobre la prevalencia de estos microorganismos en indígenas, pero se estima que en general las prevalencias han de ser menores que las referidas en individuos inmunocomprometidos. Aunque no fue posible establecer el estado serológico de estos individuos en relación al HIV, puede considerarse remota la posibilidad de que alguno de ellos sea seropositivo, ya que, no se consideran grupo de riesgo por tratarse de una comunidad muy alejada del área urbana y por ende con pocas posibilidades de transmisión. En el país, dada la falta de disponibilidad de pruebas para inmunodiagnóstico, la detección de la infección por Microsporidios se realiza actualmente mediante la demostración directa del parásito por técnicas de coloración, sin embargo, la sensibilidad y la especificidad son bajas y variables.

El mayor porcentaje de individuos infectados con coccidios y microsporidios (81,81%) presentaban asociaciones con otras especies parasitarias, muchos de ellos protozoarios; esta situación también ha sido referida por Devera y cols. (15) en comunidades indígenas del estado Bolívar. Esto puede deberse a que el mecanismo de transmisión para estas infecciones sea una ruta común, como lo es la ingestión de agua y alimentos contaminados. Es importante destacar que 6 de las 11 muestras positivas estaban diarreicas o liquidas al momento del estudio, lo que sugiere que en ese momento los individuos presentaban un cuadro diarreico provocado por los coccidios y microsporidios intestinales solos o por la acción conjunta de éstos y el resto de los parásitos patógenos asociados.

Se detectó C. belli como el coccidio más frecuente y un bajo porcentaje de microsporidios en la comunidad; aun así, se aconseja el descarte de los coccidios y microsporidios intestinales al evaluar la prevalencia de las infecciones parasitarias. Aún en individuos inmunocompetentes y/o de bajo riesgo, pues la no realización de las pruebas específicas para estos parásitos, puede provocar un subregistro de los mismos.

Agradecimientos

A la empresa Petroperijá por planificar la logística y colaborar en la movilización del personal de la Universidad del Zulia (LUZ) que asistió a la jornada médica realizada.

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