Consejero Matrimonial Badalona Mataró

Xavier Conesa Lapena – Carme Serrat Bretcha

C/ Gaietà Vinzia, 11-13

MOLLET DEL VALLES

C/ Santa Anna, 26

BARCELONA

C/ Diagonal (cantonada) Passeig de Gràcia

BARCELONA

Tel 93 570 71 54 653 811 887

conesa@gmail.com

Xavier Conesa Lapena

(Montcada i Reixac, 1956) és un psicòleg i sexòleg català. El 1990 fundà el Centre de Psicologia Aplicada a Mollet del Vallès entitat dedicada als tractaments psicològics en adults,adolescents i nens. Compatibilitzà aquestes tasques amb les teràpies de parella i disfuncions sexuals masculines i femenínes, establint col.laboracions amb institucions dedicades a la salut mental,especialment de la comarca del Vallès. Posteriorment, posa en funcionament l’Institut Superior d’Estudis Sexològics (I.S.E.S.) a Barcelona, dedicat a la docència de la sexologia: postgraus, masters i cursos específics reconeguts d’Interès Sanitari pel Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya. L’Institut manté conveni de col.laboració amb la Universitat de Barcelona, Universitat de Girona,Universitat Ramon Llull i Universitat Oberta de Catalunya i

Centre d’Estudis Universitaris de California, Illinois

Tutor de pràctiques externes de la Facultat de Psicologia (UB) de la Universitat de Barcelona des de l’any 1.999

L’any 1997 es va especialitzar en els tractaments específics per a la depressió a través de la luminoteràpia, essent un dels capdavanters en la investigació i implantació d’aquesta teràpia a nivell estatal. Informacions al respecte publicada al periòdic El Mundo, articles periodístics a Consumer i al periòdic Público.

Ha estat també coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya.

Al llarg de tots aquests anys, ha establert col.laboracions en mitjans escrits, ràdio i televisió.Enllaços externs

- Pàgina Oficial de Xavier Conesa Lapena

- Acta Constitucional de l’Institut Superior d’estudis Sexològics I.S.E.S.

- Col.laboració Docent del Practicum de Psicologia de la Universitat de Barcelona

- Col.laboració Docent amb la Universitat de Girona

- Col.laboració en tasques de formació amb la Universitat Ramon Llull- Acord de Col.laboració amb la Universitat Oberta de Catalunya U.O.C.- Conveni de Col.laboració Acadèmica amb Centre d’Estudis Universitaris de California, Illinois

- Reconeixement de l’Ajuntament de Mollet del Centre de Psicologia Aplicada

- Referències sobre la investigació en Luminoteràpia al periòdic “El Mundo”. Any 2.005

- Investigacions sobre Luminoteràpia, Referències al periòdic “Público”. Any 2.007

- Coordinador del Grup de Treball de Sexologia del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya

- Miembro de la Federacion Española de Especialistas en Sexologia

- Publicacions

Carme Serrat Bretcha

Licenciada en Psicologia Colegiada nº 3.086 Adultos e Infantil (Universidad de Barcelona)

Diplomatura de Postgrado en Logopedia (Universidad Autonoma de Barcelona)

Certificación para el tratamiento de la Fundación Catalana del Sindrome de Down.

Diagnostico y Terapia Infantil (Instituto Medico del Desarrollo Infantil)

Tutora de practicas Universidad de Barcelona y Universidad Ramon Llull

Terapeuta Sexual i Familiar

Coordinadora de l’Institut Suparior d’Estudis Sexològics I.S.E.S.

Professora d’Integració Social i Atenció Soció Sanitària

Professora de Comunicació alternativa, Atenció a persones amb dependencia,

Assessora Psicològica d’escoles bressol.

Assessorament a pares

Tutora de Pràctiques Universitat Oberta de Catalunya

Conferenciant de temes relacionats amb la psicologia infantil.

TRACTAMENTS

TRACTAMENTS DE LA PERSONALITAT

Tractament de la Depressió (VIDEO)

http://www.curar-depresion.com (TOT SOBRE DEPRESSIÓ)

Centro Psicologico y de la Pareja

ATENCION A LOS CONFLICTOS DE PAREJA EN BARCELONA Y CATALUNYA

INSTITUCIÓN QUIENES SOMOS TRATAMIENTOS CONTACTO DOCENCIA RECONOCIMIENTOS ARTÍCULOS

Xavier Conesa Lapena

· Colegiado número 4.977 Psicologo-Sexologo

· Psicólogo Clínico. Universidad de Barcelona 1980

· Miembro Numerario de la Academia de Ciencias Medicas de Catalunya y Baleares

· Miembro Numerario de las Secciones de Sexologia y Salud Mental (ACMCB)

· Psicoterapeuta Humanista. Universidad Pontifia Comillas. Instituto de Ciencias Sanitarias y de la Educación 1.987

· Psicodramatista. Ayuntamiento de Barcelona. Area de educación (Escola Municipal d'Expressió i Psicomotricitat) 1.988

· Eutonia. Técnicas de relajación. Ayuntamiento de Barcelona. Area de educación 1.989

· Terapeuta grupal. Ayuntamiento de Barcelona (Escola Municipal d'Expressió i Psicomotricitat) 1.990

· Sexologia. Terapia de pareja. Institut Català de Psicologia (Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya) 1.994

· Terapeuta Cognitivo-Conductual. ISEP. (Institut Superior d'Estudis Psicològics) 1.995

· Curso de Psicofarmacologia para Psicólogos. Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya 1.999

· Tutor de Practicas de Psicologia. Facultat de Psicologia. Universidad Ramon Llull. Desde 1.997

· Tutor de Practicas de Psicologia. Facultat de Psicologia Universidad de Barcelona. Desde 1.998

· Coordinador del Grup de Treaball de Sexualitat del COPC

Carme Serrat Bretcha

· Licenciada en Psicologia Colegiada número 3.086 Adultos e Infantil (Universidad de Barcelona)

· Diplomatura de Postgrado en Logopedia (Universidad Autonoma de Barcelona)

· Certificación para el tratamiento de la Fundación Catalana del Sindrome de Down.

· Diagnostico y Terapia Infantil (Instituto Medico del Desarrollo Infantil)

· Tutora de practicas Universidad de Barcelona y Universidad Ramon Llull

· Terapeuta Sexual i Familiar

· Coordinadora de l’Institut Suparior d’Estudis Sexològics I.S.E.S.

· Professora d’Integració Social i Atenció Soció Sanitària

LA TERAPIA DE PAREJA Y LA TCE

En el campo de la terapia de pareja se están produciendo cambios revolucionarios (Johnson, 2003). Diferentes tipos de avances y de investigaciones están convergiendo para darle a esta revolución un ímpetu particular. Estudios recientes que describen el conflicto y la satisfacción en el matrimonio coinciden con estudios que subrayan el impacto de relaciones positivas y negativas, tanto en la salud como en el desempeño de las personas, así como con estudios sobre intervenciones clínicas acertadas. Todas estas investigaciones concuerdan también con estudios sobre la naturaleza del vínculo del amor adulto. Diferentes tipos y niveles de pensamiento e investigación están apuntando, por fin, en la misma dirección formando un panorama coherente. Nuestra comprensión de la importancia de las relaciones afectivas y de cómo se deterioran, nuestra capacidad para determinar intervenciones efectivas para delinear el proceso de cambio y nuestra habilidad para explicar el proceso que define el amor adulto han alcanzado ahora un punto crítico, en el que podemos hablar realmente de la terapia de pareja como un arte y una ciencia, basados en la descripción, en la predicción y en la explicación. La teoría de la Terapia Centrada en las Emociones (TCE) es al mismo tiempo un resultado y una contribución de esta revolución, y como todo modelo, continúa evolucionando y desarrollándose. El terapeuta que se inicia en la terapia de pareja ya no tiene que aceptar la idea de que “el amor es un viento tibio que no puedes sostener entre tus manos”, citando a la compositora Lynn Miles, y que por lo tanto, el proceso para reparar relaciones amorosas es un asunto nebuloso y aleatorio. Ahora existen patrones de deterioro matrimonial y mapas de vínculos adultos validados empíricamente que le sirven al terapeuta para ayudar

.2 • Práctica de la Terapia Matrimonial Concentrada Emocionalmente

a una pareja que vive una relación deteriorada, en su camino hacia una relación más estable y satisfactoria. Este texto ofrece un mapa clínico de la TCE con un formato actualizado a partir de la primera edición de 1996. Los siguientes son los objetivos de esta nueva edición: 1. Ofrecer al terapeuta de pareja una conceptualización clara y bien documentada sobre los procesos del amor y del vínculo adulto. 2. Delinear los principios de la TCE, así como las fases y etapas relacionadas con la reparación y la recuperación de la relación. 3. Describir las intervenciones de la TCE y los cambios significativos. 4. Desarrollar sobre cómo la TCE puede aplicarse a diferentes tipos de compañeros y de parejas, así como también a las familias (TFCE). 5. Ofrecer una guía para la resolución de dificultades comunes que se presentan durante el proceso de reparación de la relación. En el siglo XXI, los terapeutas tienen más claridad sobre la naturaleza del conflicto matrimonial: que éste consiste esencialmente en estar agobiados con emociones negativas y atrapados en interacciones rígidas y limitantes (Gottman, 1994). Pueden encontrar en la literatura de la terapia de pareja estrategias específicas claramente definidas, en forma de tratamientos validados empíricamente (Snyder y Wills, 1989; Johnson, Hunsley, Greenberg y Schindler, 1999; Jacobson, Christensen, Prince, Cordova y Eldridge, 2000). Pueden leer la vasta y creciente literatura disponible actualmente sobre la naturaleza del amor adulto (Sternberg y Barnes, 1988; Hazan y Shaver, 1994; Feeney, 1999), un fenómeno que, hasta hace poco, había sido muy descuidado en el campo de la terapia de pareja (Roberts, 1992). Además, hoy en día disponemos de nuevas interpretaciones sobre importantes aspectos de la terapia de pareja, como el papel que juegan las emociones en el proceso de cambio (Johnson y Greenberg, 1994; Johnson 1998) así como de intervenciones claves en eventos terapéuticos de cambio (Bradley y Furrow, 2004; JMFT 30, pág. 233–246). La terapia de pareja como disciplina parece estar alcanzando la mayoría de edad (Johnson y Lebow, 2000). Su aplicación también se está ampliando; ahora se utiliza para tratar una sintomatología cada vez más “individual”, como la depresión, desórdenes de ansiedad y enfermedades crónicas (Johnson, 2002; Kowal, Johnson y Lee, 2003; Dessaulles, Johnson y Denton, 2003). Esto cobra sentido a la luz de investigaciones recientes que asocian la calidad de las relaciones afectivas y el apoyo social con la salud física y psicológica del individuo, a través de mecanismos tales como el buen funcionamiento del sistema inmunológico

.La terapia de pareja y la TCE • 3

y el alivio del estrés y del trauma (Burman y Margolin, 1992; KiecoltGlaser y Newton 2001; Pennebaker, 1990; Whisman, 1999). Una sólida relación afectiva también promueve el crecimiento individual y la autorrealización y está relacionada con un sentido positivo y coherente del ser (Ruvolo y Jobson Brennen, 1997; Mikulincer, 1995). De hecho, cada vez hay más pruebas de que el “consuelo protector” que ofrecen las relaciones afectivas nos protege de enfermedades físicas y emocionales, y mejora la capacidad de recuperación (Taylor, 2002). Estas investigaciones ofrecen al mismo tiempo conclusiones muy generales, como la de que el aislamiento es más dañino para los seres humanos que el cigarrillo (House et al., 1988) y conclusiones muy específicas, como la de que apoyarse en otros tiene un efecto positivo en el sistema cardiovascular, previniendo los efectos adversos específicos del envejecimiento (Uchino, Cacioppo, y Kiecolt-Glaser, 1996). Esta investigación también está empezando a enfocarse en la neurobiología de las relaciones afectivas y a identificar mecanismos específicos como los niveles de la llamada hormona del abrazo, la oxitocina (Taylor et al., 2000), que al parecer, nos protegen contra las enfermedades. La terapia de pareja está ganando también cada vez más reconocimiento como una intervención muy importante en la salud mental tal vez porque ahora se comprende mejor el impacto negativo del divorcio en la pareja, en la familia (Cummings y Davis, 1994, Hetherington y Kelley, 2002) y en la comunidad; o tal vez porque, otros contextos de vida en comunidad parecen estar reduciéndose rápidamente en las sociedades norteamericanas (Putnam, 2000). La pérdida de “capital social” se ha asociado con el aumento en los niveles de depresión y ansiedad en nuestras sociedades (Twenge, 2000). Muchos de nosotros sólo podemos contar cada vez en mayor medida con nuestra pareja para obtener apoyo y contacto. Hoy en día, la mayoría de nosotros, de hecho, parecemos vivir funcionalmente en comunidades de dos. En este contexto, la calidad de la relación más cercana se vuelve cada vez más significativa en la vida de las personas. El público en general también se está haciendo cada vez más consciente de la importancia de recurrir a la consulta y ayuda profesional para reparar relaciones de pareja y relaciones familiares en conflicto. El amor adulto está empezando a ser visto como un proceso que puede ser entendido, modificado y reparado. El contrato matrimonial se enmarca cada vez más dentro del espacio de lo intencional (Doherty, 2001) en vez de ser algo que reposa en las manos del capricho romántico, de la suerte o del destino. Este libro hace parte entonces de un movimiento hacia un conjunto de intervenciones mejor delineadas, más científicas y de mayor impacto en el creciente campo de la terapia de pareja.

.4 • Práctica de la Terapia Matrimonial Concentrada Emocionalmente

ORIGEN Y DESARROLLO DE LA TCE

La teoría de la Terapia Centrada en las Emociones (TCE) fue formulada a principios de los años 80 (Johnson y Greenberg, 1985; Greenberg y Johnson, 1986) como respuesta a la falta de unas intervenciones terapéuticas en terapia de pareja claramente delineadas y validadas, y en particular, de intervenciones que fueran más humanísticas y menos conductistas. Se le denominó Terapia Centrada en las Emociones (TCE) con el fin de llamar la atención sobre la crucial importancia de la emoción y de la comunicación emocional en la organización de patrones de interacción y de experiencias definitorias claves en las relaciones afectivas. También se hacía énfasis en las emociones como un poderoso y a veces necesario agente de cambio, más que como una simple parte del problema del conflicto matrimonial. Este énfasis en la necesidad de tratar la emoción y el poder de la emoción para crear un cambio en la terapia matrimonial no aparecía en la literatura establecida sobre terapia de pareja de esa época. De hecho, el campo de la terapia de pareja se asociaba en ese entonces, e incluso ahora, con su aversión a la demostración del afecto. Con frecuencia, la emoción se ha considerado como una complicación secundaria que surge durante el comportamiento y/o la cognición, como una fuerza perjudicial en la terapia, o como un simple e ineficaz agente de cambio. Hasta cierto punto, para los terapeutas de pareja siempre fue claro que los cambios en el afecto eran una parte esencial para reparar la relación, pero se presumía que dichos cambios surgían a través de medios cognitivos y de comportamiento. Sin embargo, recientemente se ha venido aceptando mucho más el innegable papel que cumple la emoción en el conflicto matrimonial y en la terapia de pareja (Gottman, 1994). El estudio de la emoción ha seguido avanzando (Plutchik, 2000; Tomkins, 1991; Lewis y HavilandJones, 2000). El papel fundamental del equilibrio emocional y del compromiso tanto en la felicidad como en el conflicto matrimoniales (Johnson y Bradbury, 1999), así como la naturaleza emocional de las relaciones humanas (Bowlby, 1988, 1991; Johnson, 2003) se han vuelto más elaborados. Otras terapias además de la TCE, también han empezado a concentrarse en la emoción (Cordova, Jacobson y Christensen, 1998; Gottman, 1999), aunque muchas otras no tratan este tema en absoluto. En general, durante la última década, la necesidad de tratar las emociones en el proceso de reparación de la relación se ha hecho más clara, y se han puesto al alcance de los terapeutas métodos específicos e intervenciones terapéuticas para tratarla eficazmente. Como modelo de intervención, la TCE surgió a partir de la observación sistemática de parejas en terapia y de los procesos mediante los cuales lograban reparar sus relaciones. Recientes modelos de conflicto