22 de junio del 2014
Centro
de Cristianismo Práctico
El
Poder del Entusiasmo
“Yo soy el
pan de vida. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de
este pan vivirá para siempre…” (Juan 6:48,51)
Aprendimos que la palabra entusiasmo significa
“en Dios estamos.” Y cuando pienso en entusiasmo pienso en la energía de Dios
fluyendo a través de nosotros.
Visto desde este punto de vista el entusiasmo
procede de Dios, especialmente cuando se fundamenta sobre un pensamiento
positivo y verdadero.
Jesucristo era un verdadero entusiasta por la
vida; y lo digo porque solo una persona que siente entusiasmo por la vida puede
hacer de la manera que Él lo hizo expresiones como “Yo soy el pan de vida” o “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si
alguien come de este pan vivirá para siempre…”
Jesús hizo estas afirmaciones y muchas otras
porque vivía entusiasmado por lo que estaba haciendo. Vivió entusiasmado porque
“en Dios estuvo y vivió siempre.” Por medio de las obras que hizo Jesús vemos
el poder del entusiasmo en acción.
Ese mismo entusiasmo, que es energía de Dios
vive también en ti. Podrías protestar en este momento diciendo, “yo no tengo
entusiasmo”. “No existe nada en mi vida en este momento para sentirme
entusiasmado”. Y visto de esta manera puedes que tengas razón, pero una vez más
caes en el error que cometen la mayoría de las personas.
El hecho es que el entusiasmo no es algo que hay
que buscar allá afuera, sino algo que descubrir dentro de ti. Y lo descubres a
medida que entras en periodos frecuentes de oración, meditación y de silencio.
Y comienza a surgir en ti a medida que te acercas cada día más a Dios, a medida
que “vives en Dios.”
En Espíritu y en Verdad tú posees el poder del
entusiasmo, pues es una de esas doce facultades que Dios nos ha dado, pero de
ti depende avivarlo. Y una manera práctica de avivar el entusiasmo es lograr
que el amor fluya a través de ti.
Y el primer gran paso para avivar ese poder en
ti es comenzar todos los días amándote a ti mismo y valorándote por lo que
realmente eres; luego afirma: “amo la vida y tengo entusiasmo en todo lo que
hago en este nuevo día.”
Si comienzas cada día amándote a ti mismo,
amarás lo que hay dentro de ti, esto es, la Presencia de Dios y a tu prójimo
más cercano, el Cristo divino y viviente que mora en ti.
Aquí tienes un verdadero fundamento donde puedes
edificar una actitud positiva que te acompañe todo el día. Y cada día será una
oportunidad para expresar tu entusiasmo por la vida.
Emerson dijo: “Jamás lo grandioso se logró sin
entusiasmo.” Por esto digo que no ha habido persona más entusiasta en el mundo que
Jesucristo, pues nadie ha logrado hacer algo más grandioso que Él.
Pero también puedes pensar en personas que han
logrado grandes cosas y puedes concluir que han sido personas muy entusiastas
en lo que hacían. Por ejemplo, tenemos a Cristóbal Colón; un explorador
incansable, apasionado y entusiasta que anduvo por muchos caminos y cruzó más
de siete mares, descubridor de América.
Piensa en los payasos, cómo nos hacen reír y son
muy entusiastas con los niños. Observa el entusiasmo de los niños a medida que
van descubriendo su mundo.
Si no te sientes entusiasmado por lo que haces
te invito a que pienses sobre algún tipo de actividad que puedas llevar a cabo
de ayuda a la comunidad o a alguien. Esto le da sentido a tu vida y valor a lo
que haces.
Te aseguro que no pasará mucho tiempo cuando
empieces a sentir el entusiasmo en ti. Nuevamente, es el fluir de la energía vital
de Dios a través de ti.
Cuando interactúes con las personas proyecta
alegría y entusiasmo. Evita la preocupación, porque la preocupación tiene
efectos nocivos en tu cuerpo. Piensa cuando eras niño lo mucho que disfrutabas
todos los días.
Los atletas son modelos de entusiasmo, observa
cómo se desborda el entusiasmo en las competencias mundiales.
Dr. Robert Schuller nos ofrece unos pasos que
podemos dar para avivar el entusiasmo: piensa en posibilidades, vive las
posibilidades, comprométete, ten confianza en ti mismo, persevera, ten valor,
la paz esté contigo, y amorosamente perdona.
¿No es esto es un modelo a seguir para mantener
el entusiasmo? Yo pienso toda persona que es entusiasta sigue estos pasos al
pie de la letra.
Volvamos nuevamente a Jesús; Él comenzó su
ministerio diciendo: «¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado! » (Mateo 4:5)
Estaba claro en la mente de Jesús la posibilidad
de que el reino de los cielos podía establecerse aquí en la Tierra. No solo
pensó en esa posibilidad, sino que la vivió por medio de sus enseñanzas y demostraciones,
se comprometió cabalmente con su obra redentora, tuvo confianza en sí mismo y
en Su Padre, tuvo el valor del culminar Su Obra dando Su vida, fue un
pacificador, y amorosamente perdonó.
Jesús encaja perfectamente con el modelo de la
persona entusiasta que ofrece el Dr. Robert Schuller.
Jesús dijo: “Bienaventurados seréis cuando por
mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo. » Gozaos y alegraos
porque vuestra recompensa es grande en los cielos…” (Mateo 5:11,12)
Como puedes ver, estas no son palabras de una
persona triste, frustrada, abatida, preocupada o depresiva. Todo lo contrario,
son palabras de un entusiasta por la vida y por lo que hace.
Puede ser que en esta etapa de tu vida estés
enfrentando una crisis. Tal vez estés pensando no tengo nada porque estar
entusiasmado. Te invito a que pruebes el poder del entusiasmo. Mañana por la
mañana comienza a hablar con entusiasmo a tu esposo o esposa o a quien tengas
alrededor y sigue hablando y actuando con entusiasmo con toda persona con la
que hagas contacto.
Pensarás que esto una locura pero si perseveras
se convertirá en una rutina y un hábito positivo. Recuerda y nunca lo olvides,
puedes producir entusiasmo si puedes comenzar a amar la vida.
Mira a tu alrededor, mira a las personas que te
rodean, cada una de ellas es una bendición para ti. Mira a la persona que
tienes a tu lado, esa persona es una bendición para ti, de alguna manera que
solo Dios sabe, ha llegado a tu vida para bendecirte y amarte también.
Piensa en cada uno de tus seres queridos, están
a tu lado para que los ames y para que le des gracias a Dios todos los días por
la bendición que ellos son en tu vida. ¡Cuánta riqueza! Y cuando hagas esto
hazlo con entusiasmo y verás cómo toda tu vida comienza a cambiar, y
particularmente como tú comienzas a ser cada día más entusiasta por la vida.
El Dr. Norman Vicent Peale nos ofrece cuatro
pasos para lograr una existencia más entusiasta.
El primer paso es: Busca lo bueno que hay en
ti. Esto es, deja de menospreciarte y de pensar en tus errores y fracasos
del pasado. Mírate como la persona competente y valiosa que realmente eres. Comienza
a sentirte bien contigo mismo.
El segundo paso es: elimina todo los
pensamientos de autocompasión. Comienza a pensar en lo bueno que has
logrado y no en lo que has perdido. Haz un inventario de todas las bendiciones
que Dios te ha dado.
Paso 3: Deja de pensar en ti mismo y busca a
una persona que te necesite. Olvídate de ti e involúcrate en asuntos y
causas. Desarrolla intereses apasionados dando tu tiempo y energía. Comienza a
pensar en las cosas positivas que puedes hacer ahora y sé constructivo y no
destructivo. Cada día te ofrece un nuevo comienzo y una nueva oportunidad.
Paso 4: Ve toda tribulación como un reto que
puede convertirse en un tesoro si lo enfocas con entusiasmo. El entusiasmo
es contagioso, apréndelo, vívelo y pásalo.
Cuando yo miro a esta comunidad espiritual los
veo a cada uno de ustedes con el poder del entusiasmo. Busco ver el potencial espiritual
que hay dentro de ustedes capaz de grandes realizaciones. En mis oraciones los
veo alertas, receptivos, felices, saludables, prósperos y entusiastas por la
vida.
Cada vez que finaliza un servicio dominical veo
la corriente del amor divino fluyendo a través de cada uno de ustedes a medida
que se saludan y se dan la paz.
Ciertamente esta es una comunidad vibrante, amorosa, próspera y entusiasta.
Reconozco que pueden estar pasando por retos en
sus vidas, pero confío en el poder que mora dentro de ustedes para convertir
esos retos en valiosos tesoros que al final del camino terminarán enriqueciendo
sus vidas con mayor sabiduría y fe.
Dr. Peale nos ofrece una fórmula de 11 pasos
para mantener el entusiasmo toda la vida. Orar en grande, pensar en grande,
creer en grande, actuar en grande, soñar en grande, trabajar en grande, dar en
grande, perdonar en grande, amar en grande, ser en grande y reír en grande. http://grooveshark.com/#!/album/Pensamiento+Positivo+Vol+1/4709092
Y recuerden, el entusiasmo es contagioso. Apréndelo,
vívelo y pásalo.
Dios te bendice.
¡Amén!
|