El Modernismo catalán no solo refleja en su arquitectura la riqueza ornamental que es común a todo el Art Nouveau, sino que manifiesta un interés por mantener y renovar las técnicas tradicionales de construcción y decoración, utilizando materiales antiguos como el "totxo" (ladrillo) y nuevos (en aquella época) como el hierro y también nuevas técnicas cerámicas.
Estas nuevas tendencias son evidentes en las distintas artes como la arquitectura
(incluidos todos los tipos de edificios), escultura (tanto como arte independiente, como a ornamentación de edificios), pintura, artes decorativas (con materiales como mosaico, vidrio, madera, textiles y hierro para manufacturar cualquier objeto como muebles, lámparas, joyas, vestidos, botellas, vajillas, cuberterías, alfombras, etc.), literatura y música. (Fuente: gaudiallgaudi.com) |